Querétaro es sin duda un estado inigualable en el que se conjugan historia, cultura, arte y naturaleza: es una de las dos únicas entidades de la República Mexicana que cuentan con cuatro sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; la región serrana ha sido además declarada Reserva de la Biosfera debido a su biodiversidad y a los distintos ecosistemas que ahí conviven; y cuenta con cuatro Pueblos Mágicos, incluyendo a Tequisquiapan y Bernal que, por si fuera poco, están rodeados de viñedos y queserías que son una grata experiencia para el paladar.
De hecho, el Bajío es en la actualidad la segunda región vitivinícola más importante del país y un lugar que tiene todo para disfrutar de esta bebida, ya que gracias a su ubicación geográfica cuenta con las características fundamentales para el desarrollo propicio de la vid.
Ruta del Queso y Vino
Entre Tequisquiapan y Santiago de Querétaro, en pleno Bajío queretano, se encuentran ranchos donde se fabrican de manera artesanal deliciosos quesos mexicanos y europeos.
Estos ranchos se han agrupado en diversas rutas en las que se puede conocer el proceso de elaboración, así como degustar de diversos tipos de queso, desde los más suaves hasta los gourmet, que además poseen un exquisito maridaje con el vino, lo cual ha derivado en una ruta de queso y vino como en ningún otro lugar del país.
En esta zona también se establecen casas vinícolas que abren sus puertas a los visitantes. En ellas podrá recorrer a pie los viñedos, conocer los procesos que se llevan a cabo desde la plantación hasta la cosecha de la uva, entrar en la fábrica y observar el proceso de destilado y añejamiento del jugo de uva.
Qué mejor manera para disfrutar de los mejores quesos y vinos que conociendo acerca de ellos y de su historia.
Actualmente la Ruta del Queso y Vino es uno de los viajes con mayor desarrollo en la región. Con solo recorrer unos cuántos kilómetros se puede encontrar con hectáreas de viñedos, tours guiados por las fincas, catas, restaurantes y fábricas de quesos.
Con una creciente y efervescente cultura del vino, Tequisquiapan es el epicentro de la Ruta del Queso y Vino, un corredor gastronómico que en los últimos años ha convertido a esta región semidesértica en un destino con enoturismo y una importante producción de quesos artesanales de vaca, cabra y oveja.
Pueblos Mágicos
Ubicado en una antigua zona de aguas termales, Tequisquiapan es desde su fundación un destino para relajarse, ya que ofrece una pausa, un respiro con caminatas por sus callejones y mercado de artesanías.
Por su riqueza cultural y paisajes pintorescos, Tequisquiapan fue declarado en 2012 Pueblo Mágico de México.
Posee queserías enfocadas a la producción de quesos madurados tipo europeo, quesos frescos como el chihuahua con arándanos o el botanero, los mejores quesos gourmet de la región, naturales y de sabores, con hierbas finas, nuez, ceniza, aceitunas y hasta quesos de oveja orgánicos únicos en México que usted podrá degustar en un ambiente de tranquilidad y de convivencia con la naturaleza.
Indudablemente, así como el queso y el vino son compañeros inseparables, el pan lo es de ambos, junto con las salsas caseras.
Querétaro cuenta también con el Museo del Queso y Vino, que da al visitante la oportunidad de conocer y adentrarse en los orígenes y métodos para elaborar estos productos y donde se pueden encontrar piezas utilizadas en la elaboración artesanal del queso, así como diferentes gráficas que ayudarán a conocer los diversos tipos de quesos, cómo apreciarlos con el gusto y el olfato, al igual que los diversos pasos para la elaboración y apreciación del vino.
Las rutas de queso y vino queretanas ofrecen recorridos por granjas para conocer los procesos de elaboración del queso y al final degustaciones del maridaje de diversos tipos de quesos, acompañados con pan, fruta, aderezos y mermeladas artesanales y, por supuesto, de vino.
Además, en el recorrido se puede visitar el pueblo de Bernal, conocer sus tiendas de artesanías o talleres de lana, probar los ricos antojitos y disfrutar del paisaje teniendo como fondo la majestuosa Peña de Bernal, una imponente formación rocosa de aproximadamente 300 metros de altura.
Este monolito enclavado en la Sierra Gorda queretana es considerado el tercero más grande del mundo, después del Peñón de Gibraltar en España y el Pan de Azúcar en Brasil.
Quienes practican la escalada de roca o el montañismo encontrarán en la Peña de Bernal un paraíso terrenal: en su superficie se extienden rinconadas, acantilados y peñascos que invitan a ser explorados.
A los pies de la peña se asienta Villa de Bernal, un Pueblo Mágico de bellos portales, calles empedradas de traza irregular, mesones, restaurantes, artesanías, puestos de antojitos, museos y coloridas casas.
En este pintoresco pueblito los artesanos elaboran cobijas y jorongos de lana y en las calles se venden dulces de membrillo, guayaba y cacahuate.
En fin, queserías y viñedos se extienden a través de este territorio semidesértico del estado, ofreciendo al visitante carreteras llenas de deliciosa diversión. El recorrido abarca no solo lugares, sino costumbres, recetas, anhelos y emociones.
Las posibilidades son muchas y las combinaciones muy variadas. Por ello se recomienda planear su ruta de acuerdo a sus sabores preferidos, a la calma que desee darle a sus vacaciones y los días que pueda dedicarle a este fantástico tour gastronómico, proyecto que incluye vitivinicultura, charrería y tradiciones mexicanas.