Por Sergio Pérezgrovas
La creatividad es la inteligencia divirtiéndose.
Sergio Arau es, según él, un artista multi-indisciplinario. Nació en la Ciudad de México y es reconocido especialmente por su película Un día sin mexicanos (2004): la cinta fue un éxito en taquilla y hasta la fecha ha vendido en Estados Unidos la friolera de 500 mil copias. Esta sirvió de bandera al movimiento promigrante de 2006. La tesis es muy simple: ¿qué pasaría en EU si no hubiera mexicanos?
Ganó el Premio Coral de Plata en La Habana por su corto El muro y en 1984 creó la propuesta de ArtNacó, que no es otra cosa que el pop art mexicano con base en sus raíces mestizas y urbanas.
Un año antes formó la banda —hoy de culto— Botellita de Jerez, que fusiona humor, música tradicional y rock and roll, junto con Paco Barrios y el desaparecido Armando Vega-Gil.
En 2006 ganó el MTV Award por el video de Café Tacvba Alármala de tos, que dicho sea de paso es autoría de losbotellos (como cariñosamente se conoce a los integrantes de Botellita de Jerez).
Productor, director, guionista, pintor, caricaturista, político y músico: o sea, como diría mi mamá, un estuche de monerías; y en sus palabras, “un estuche de peluche”.
Acaba de inaugurar otra exposición llamada Sergio Arau General Eclectic aquí, en la Ciudad de México (él viene y va de y a Los Ángeles constantemente), una muestra de su pintura y, por qué no decirlo, de su propuesta visual, llena de luchadores enmascarados. Ecléctica porque según la definición del maestro Torres Lemus (el que sabía todo) del griego eklegein, que significa escoger, un adjetivo que describe una tendencia a extraer las mejores ideas de distintos contextos y combinarlas para formar algo único.
Llena de colorido, en la exposición destacan, a mi gusto, las guitarras pintadas y una chamarra que emula las manos del famoso mural La marcha de la humanidad, de David Alfaro Siqueiros (1971). Vale mucho la pena ir a verla (no solo la chamarra sino toda la muestra).
Estuvieron sus amigos y familiares en un ambiente ecléctico; entre ellos Alfonso Arau, El doctor Bolavsky, Jesús Contreras, el cineasta Luis Vélez, Rossana Arau, Rubén Albarrán, Lía Rueda… o sea, bien ecléctico el personal. Estará hasta el 18 de octubre en la calle Colima 179. Informes al 5525-4500. No se la pierdan.
El cadáver
Hubo una explosión provocada a media cuadra de la exposición de Sergio Arau. Seguramente para llamar la atención. La policía tardó más de media hora en llegar pero le pidieron a Tris que fuera a ver porque dentro de la galería encontraron un cuerpo que tenía la columna vertebral rota y la boca, nariz y ojos quemados, justo debajo del cuadro donde aparecía un luchador que en la máscara llevaba imitación legítima de la piel del jaguar y una alas blancas.
Clavado en el pecho un letrero escrito con mala ortografía que decía: “Si son tan vuenos a ber si me hatrapan” (tenía el mismo mal que aquejaba a Tris). Los asesinos seriales tienden a confundir a las autoridades y siempre buscan llamar la atención y generalmente los atrapan por casualidad. Este era el quinto muerto con el mismo modus operandi. Tristán sabía que le estaba dejando más de una pista. Se puso los guantes de látex y con una pluma sacó del interior de la boca algo que parecía los restos quemados de una esponja. Le pidió a un agente que lo oliera; este le dijo: “Huele a gasolina Magna”
—¿Y cómo sabes que es Magna?
—Porque es la más barata y a eso huele: ¡a barato!