VIVIENDAS SUSTENTABLES: DE BASURA A HOGARES DIGNOS

Por cada tonelada de cemento que se produce se emiten 770 kilogramos de CO2.

Martha Mejía
Bienestar
Foto: Especial
Walter Mata

Con el objetivo de innovar y tener soluciones de alto impacto a problemáticas sociales y ambientales, desde 1917 un corporativo de jóvenes emprendedores

busca empoderar a comunidades de bajos recursos por medio de la dignificación de viviendas con materiales de construcción sustentables.

Para ello fusionaron tres startups bajo la denominación de Was Company, cuyo proyecto es crear materiales de construcción sustentables con base en compuestos de polímeros reciclados; es decir, plástico reciclado, e impulsar un nuevo sistema constructivo tipo Lego para poder eficientizar el tiempo y el costo de construcción y así maximizar los recursos.

Problemática

Walter Mata, su cofundador y director general, explica que “hoy Monterrey es la ciudad más contaminada de América Latina y creo que es momento de hacer un cambio: una de las principales causas de contaminación en la ciudad son las pedrerías y cementeras ya que por cada tonelada de cemento producido se emite un total de 770 kilogramos de CO2. Por eso buscamos sustituir esos materiales por los nuestros”.

El emprendedor, de apenas 22 años, dice que “nuestra misión también viene de la experiencia de ser voluntarios en comunidades rurales de extrema pobreza. Vimos que existe mucha carencia de vivienda. Ese fue un aliciente para que el equipo se enfocara en solucionar esta problemática utilizando nuestra tecnología”.

En México, puntualiza, más de 50 millones de personas carecen de una vivienda digna. “Esto significa que tienen materiales muy viejos o no tienen propiedades térmicas adecuadas; les falta el agua o se les cayó en el sismo de septiembre de 2017 y viven bajo lonas o láminas; son estas las familias en las que queremos impactar”.

Solución

Las principales características y propiedades del material son: alta resistencia a compresión, es decir, al fuego; durabilidad de más de 70 años; es 100% reciclado y reciclable; si se daña o genera una merma se puede volver a reciclar; es termoacústico, y además altamente resistente a sismos.

Con este material se pueden crear desde carcasas para celular, pasando por bloques, tejas, lozas, muros prefabricados y viviendas sociales completas, hasta naves industriales.

“El costo final de una vivienda de 50 metros cuadrados es de alrededor de 90 mil pesos, que no es nada en comparación con los actuales, y se puede construir en periodos de uno a dos días”, asevera Mata.

Por lo general, explica, las comunidades acogen el proyecto porque a esas zonas no llegan los materiales o tienen desconfianza en algunos materiales de construcción. Por ejemplo en Oaxaca la gente le tiene miedo al adobe porque se les cae. Pero esto también tiene que ver con una ineficiente autoconstrucción. “Nosotros lo que hacemos es mostrar las viviendas para que ellos vean lo resistente y lo térmico que es una casa hecha de plástico, que en realidad no tiene apariencia de plástico y visualmente es muy agradable y estética”.

Proceso

Para obtener la materia prima, apunta Mata, el proyecto cuenta con aliados como PetStar, que es la empresa número uno en reciclaje de PET a escala mundial, y de otras recolectoras de plástico locales que se han sumado al proyecto.

“No obstante la idea es comenzar a poner plantas para mover la economía circular localmente, utilizar la misma basura de los estados o de los municipios para construir viviendas”, comenta.

Una vez que se obtiene el material lavado y triturado “nosotros lo metemos a una máquina donde se funde el material y se le añaden diversos aditivos minerales que generan el compuesto final; posteriormente se inyecta a un perfil de donde sale y se van cortando las piezas”.

El estudiante de Creación de negocios e innovación empresarial en la Universidad de Monterrey indica que el modelo de producción es muy eficiente ya que se producen hasta 20 toneladas del material en una hora.

“También hay mucha materia prima ya que actualmente hay una crisis del reciclaje debido a que una empresa china cerró sus puertas, no compra mucho o ya no está comprando; y México era el que más le vendía. Entonces los recolectores están dejando de recolectar o buscan a clientes en otros países, a los que les tienen que vender más barato. Esta es una oportunidad para nosotros, para apoyar también a esta industria para que no caiga y poder implementarla en la construcción”, puntualiza.

Añade que otro beneficio medioambiental del proyecto es que por cada vivienda se estarían utilizando alrededor de 2.5 toneladas de plástico, es decir, “125 mil botellas de plástico no llegarían a contaminar los océanos”.

Las metas

Para enero, expresa Walter Mata, el objetivo es terminar la construcción de un centro comunitario que desarrollan con esta tecnología. “Lo estamos implementando en el municipio de Galeana, Nuevo León, que es el más grande del estado, pero también es donde más habitan comunidades rurales y marginadas”.

La idea, aclara, no es generar el asistencialismo sino enseñarles cómo se pueden esforzar y obtener estas viviendas por medio de la educación financiera y ambiental.

También, agrega, “nos hemos acercado con grandes cementeras pero por desgracia ellas no buscan innovación en materiales. No obstante logramos que una empresa grande implemente su línea verde con nosotros, lo cual es muy satisfactorio. Asimismo hay un proyecto con una desarrolladora que se encuentra en Coahuila, que bajo licitación ya nos firmó la primera estancia para construir 500 viviendas. La meta para el siguiente año es comenzar con este proyecto. Esa constructora tiene planeadas más de diez mil viviendas y si ven resultados positivos para ellos seguirán confiando en nuestro proyecto para llevar a cabo un mayor número de construcciones”.

Was Company ha obtenido diversos premios y reconocimientos, como los que otorgan Next Fábrica de Emprendedores, el Instituto Municipal de la Juventud de San Pedro o Nobi Norte, y ha sido seleccionada dentro de las mejores 80 empresas verdes a nivel nacional por Cleantech Challenge México 2018.