Cocina mexicana llega al Museo de Denver

Los cuadros están acompañados de un glosario de alimentos mexicanos —calabaza, maíz y chile— en español, náhuatl y otros 10 idiomas.

Los cuadros están acompañados de un glosario de alimentos mexicanos —calabaza, maíz y chile— en español, náhuatl y otros 10 idiomas.
Foto: The Denver Post
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Cuando Maruca Salazar se propuso montar la muestra “La Cocina” en el Museo de las Américas, nunca imaginó que tendría que hurgar en su propio pasado para recrear la cocina de su abuela en Jalapa, Veracruz, México.

“Jamás pensé que sería tan personal”, afirmó Salazar mientras extendía sus brazos hacia el fogón de cuatro quemadores que el museo construyó para la exposición.

“La cocina —con su estufa— es el corazón de cualquier casa”, dijo Salazar. “Constituye el amor y el poder femenino. La lumbre tiene que estar siempre lista en la cocina”, apuntó.

La réplica en color durazno de la estufa de su abuela, con sus mosaicos de cerámica talavera azules y blancos, está diseñada para que sea práctica y pueda alimentarse el fuego.

En un extremo reposa el molcajete para moler las especias en un tipo de mesa para picar chiles y hacer las tortillas a mano.

En la parte inferior hay un compartimiento para la leña de la estufa. En el otro extremo hay un jarro alto a la mano para surtir agua a los frijoles y el café que hierven a fuego lento sobre una rejilla arriba de la lumbre de la leña.

Para cocer los frijoles hay que hacerlo en su olla. Para cocinar, digamos pollo, hay que usar la cacerola”, dijo Salazar, quien explicó la utilización de cada uno de los implementos y el lugar donde estaban colgados en la cocina de su abuela.

“Esa es la cacerola de peltre. Según lo que sacara la abuela en la cocina se sabía si iba a ver una boda, un funeral o un bautizo”, agregó.

Aunque la muestra puede tener sus momentos de nostalgia, Salazar quiere ir más allá de esos gratos recuerdos de su abuela y lograr que los visitantes piensen en los asuntos contemporáneos.

A un lado de la gran estufa, el comedor está puesto con platos azules, vasos de vidrio escarchados y cucharas y tenedores grandes de plata y pesados de la familia de Salazar así como cuchillos con mango de hueso.

En una habitación contigua la muestra pasa de la disposición tradicional práctica de los objetos de cocina a una exhibición de alfarería de la cooperativa de artistas Herencia Milenaria de la localidad de Tonalá, Jalisco, y pinturas de técnicas mixtas del artista Oliverio Balcells, de la ciudad de Guadalajara.

Los cuadros están acompañados de un glosario de alimentos mexicanos —calabaza, maíz y chile— en español, náhuatl y otros 10 idiomas.

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