El cosplay, la popular actividad desatada por los japoneses que consiste en disfrazarse de algún personaje de videojuegos, series animadas y películas, ha dejado de ser característica de los barrios de Tokio y se ha extendido a regiones que incluyen México.
Miles de fanáticos de este pasatiempo invadieron los pasillos de La Mole Comic-Con Internacional, la convención de cómics más antigua de México, que se llevó a cabo el fin de semana en la capital.
Durante 3 días, la convención recibió a unos 17mil seguidores de las historietas, dibujos animados y videojuegos. Muchos de ellos apostaron por convertirse en personajes clásicos como El Hombre Araña o Birdman, y otros más contemporáneos como Sogeking (de la serie animada "One Piece") y la elfa Sylvannas Windrunner, del videojuego "Warcraft III: Reign of Chaos".
El término cosplay surgió de las contracciones de la palabra "costume", disfraz, en inglés, y "play", juego.
Para muchos de los fanáticos, convertirse por unas horas en un personaje distinto es un asunto serio. Edgar Álvarez, graduado en ciencias políticas, y la médico Jacqueline Corona, dicen que disfrazarse les permite mostrar una faceta distinta de su persona.

