En China de hoy en adelante , visitar a los abuelos será una orden, pues la legislatura nacional de ese país enmendó este viernes una ley sobre los ancianos para que los hijos adultos visiten a sus padres “más seguido” o se arriesguen a ser demandados por ellos mismos.
La enmienda no especifica qué tan frecuentes deberán ser las visitas.
La prensa local informa que la nueva cláusula permitirá a los padres ancianos, que se sientan abandonados por los hijos, llevarlos a la corte.
Una China que se desarrolla velozmente está enfrentando dificultades para cuidar a su población que envejece.
Tres décadas de reformas de mercado han acelerado el rompimiento de la familia tradicional extendida en China y hay pocas alternativas asequibles, como casas de retiro o asilos para los de más edad y otras personas que no pueden subsistir solas.
A comienzos de diciembre, la prensa local reportó que en la próspera provincia de Jiangsu un hombre obligó a su madre de unos 90 años a vivir 2 años en el corral de los cerdos.
Los sitios de noticias frecuentemente reportan historias sobre padres que sufren abusos o abandono, o de hijos que buscan controlar las inversiones de sus padres sin su conocimiento.
a expansión de la población anciana de China se alimenta tanto por el incremento en la expectativa de vida —de 41 a 73 años en cinco décadas— y por las políticas de planeación familiar que limitan a la mayoría de las familias a tener sólo un hijo.
El rápido envejecimiento representa serias amenazas a la estabilidad social y económica del país, porque la carga de mantener a un elevado número de ancianos se posa sobre una población que se encoje proporcionalmente mientras la red de seguridad social sigue débil.