Alumnos de la Escuela Nacional de Música de la UNAM construyeron instrumentos musicales con objetos en desuso, a fin de promover la cultura del reciclaje y cuidado del medio ambiente, toda vez que a diario se generan en la ciudad 13,000 toneladas de desperdicios.
Los jóvenes construyeron el PVioloche, un contrabajo de PVC; el Banjo Trastedemas, con una cacerola, y la Botería, hecha con botes de pintura, una tina y una caja de galletas, para interpretar Jazzura, sincretismo musical que de manera lúdica expone su destreza como multiinstrumentistas, y muestra cómo puede optimizarse la basura.
Los estudiantes de la escuela de Música que conforman la Orquesta Basura son: Fernando López, quien estudia Composición; Jair Cerda, Etnomusicología, y Amalia Aguirre y Óscar de Jesús, Educación Musical.
Óscar de Jesús, quien toca el Banjo de cacerola, comentó que de manera inicial fue un proyecto musical, pero poco a poco “nos hemos hecho responsables de algunas cuestiones como la ecológica”.
En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México, planteó que el cuidado del medio ambiente no fue posible hacerlo de lado, “lo asumimos porque nos hemos convertido, de cierta forma, en voceros”.
De esta forma, dijo, “animamos a la gente a que haga sus propias orquestas basura, en la escuela o el trabajo; que se convenza que el reciclaje está más cerca de lo que cree, y que de verdad sirve”.