Varios miembros de una secta acusada de quemar vivo a un bebé por pensar que era el “anticristo” fueron capturados este jueves por las autoridades chilenas.
El menor era hijo del líder de la secta, Ramón Gustavo Castillo Gaete, quien probablemente huyó rumbo a Perú.
Castillo Gaete convenció a sus seguidores de que su hijo era el “anticristo” y que había que matarlo para detener “el fin del mundo”.
Los responsables
El grupo era controlado por Castillo Gaete, de 35 años, quien aparentemente promovía el uso de ayahuasca, una planta alucinógena, entre los miembros de su grupo, incluida a la madre del bebé, que asistió a la incineración de su hijo, el 21 de noviembre.
“Todas la personas que formaban parte de esta secta eran profesionales. Tenemos una persona que era veterinaria y que a la vez trabajaba como azafata, una cineasta, un dibujante. Todos tenían carreras universitarias”, dijo Miguel Ampuero, jefe policial.
¿Cómo fue?
El jefe policial Miguel Ampuero informó a la prensa que el bebé “habría sido llevado a un cerro donde había una excavación de 2 metros y una hoguera”, y en presencia de 8 miembros de la secta, con el bebé desnudo y una cinta en la boca para acallar su llanto, “lo ponen en un madero” y Castillo, “después de dirigirse a los espíritus, arrojan esta ‘guagua’ a una hoguera”.
Guagua es una palabra para denominar a los bebés en Chile y algunos países andinos.