El papa Francisco dio este sábado el primer paso importante para la reforma del controvertido banco del Vaticano al nombrar a un prelado de confianza para que supervise su gerencia, una señal de que desea conocer más sobre sus actividades.
El pontífice nombró a monseñor Battista Mario Salvatore Ricca como prelado interino del Instituto para Obras Religiosas.
Es un puesto clave que había estado vacante desde el 2011. El prelado supervisa las actividades del banco, participa en las reuniones de la junta de directores y, principalmente, tiene acceso a todos los documentos. El prelado se reporta ante la Conferencia Episcopal Italiana que administra el banco y que actualmente está presidida por el número dos del Vaticano. Ese cargo coloca a Ricca virtualmente en línea directa con el pontífice.
Ricca ocupa el cargo de director del hotel del Vaticano donde vive el Papa.
Técnicamente la designación fue hecha por la Conferencia Episcopal que preside el cardinal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano. Pero la declaración del Vaticano que anunciaba el nombramiento ponía en claro que el papa Francisco había aprobado la decisión.