Francia también tiene su Big Brother ‘ilegal’

Francia dispone, como EUA, del sistema Prism, dispositivo de espionaje a gran escala de telecomunicaciones, y los políticos galos lo saben, pero la regla es el secreto.

Agencias
Política
La DGSE revisa los registros telefónicos de millones de abonados, correos electrónicos, mensajes SMS, fax y toda actividad en internet, a través de Google y Yahoo, así como Microsoft, Apple, las redes sociales Facebook y Twitter
Foto: Creative Commons

Francia dispone, como Estados Unidos, del sistema Prism, dispositivo de espionaje a gran escala de telecomunicaciones, y los políticos galos lo saben, pero la regla es el secreto, reveló este jueves el periódico Le Monde.

Las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje generalizado que lleva a cabo Estados Unidos generó un coro de indignación en Europa, pero Francia apenas protestó por 2 razones: “porque ya lo sabía y porque hace lo mismo”, afirmó el diario.

El rotativo de mayor circulación en Francia publicó un reporte exclusivo en el que se dijo capaz de demostrar que de manera clandestina la totalidad de las comunicaciones de los franceses son espiadas por la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE).

La agencia de inteligencia exterior francesa colecta sistemáticamente las señales electromagnéticas emitidas por computadoras y teléfonos en Francia, es decir todo flujo de comunicación entre los franceses y el extranjero, aseguró el diario.

Según el reporte, lo que buscan los servicios de inteligencia son los “datos sobre datos”, no el contenido de los mensajes en sí, a fin de saber quién habla con quién para reconstituir vínculos entre objetivos, identificar células.

La DGSE revisa los registros telefónicos de millones de abonados, correos electrónicos, mensajes SMS, fax y toda actividad en internet, a través de Google y Yahoo, así como Microsoft, Apple, las redes sociales Facebook y Twitter.

Recolecta así millones y millones de datos, comprimidos y almacenados, en “enormes ordenadores” dispuestos en su sede localizada en Boulevard Mortier, en el distrito 20 de París, comúnmente llamada “La piscina”.

Este dispositivo es muy útil para luchar contra el terrorismo, pues “permite espiar a cualquier persona, en cualquier momento”, apuntó el periódico, sin embargo indicó que “este Big Brother francés es clandestino e ilegal”, pues “oficialmente no existe”.