Así se vivió la marcha #AcciónGlobalporAyotzinapa en el DF

La marcha #AcciónGlobalporAyotzinapa reunió a miles de personas para exigir la localización de los 43 normalistas de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayozinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero el pasado 26 de septiembre.

La cita para la marcha era a las 16:00 horas del 5 de noviembre afuera de la Residencia Oficial de Los Pinos, pero los planes cambiaron porque antes de las 15:00 horas, elementos del Estado Mayor y de Seguridad Pública del Distrito Federal cerraron todos los accesos del lugar.

Los cambios en el itinerario no causaron demasiados inconvenientes a las personas que asistirían a la marcha, quienes rápido corrieron la voz para informar que la salida del contingente sería en la estación Auditorio del Metro.

Al interior de las diferentes estaciones de la línea 7 del Metro, cientos de estudiantes, principalmente de la UNAM, se dividieron por facultades para abordar los vagones con dirección al Auditorio y así incomodar lo menos posible al resto de los usuarios.

Los jóvenes repartieron volantes para dar a conocer las razones de su movilización mientras gritaban “goyas” y frases de apoyo para los normalistas desaparecidos.

Alrededor de las 16:15 horas miles de personas ya se encontraban sobre Paseo de la Reforma para iniciar la marcha.

La vanguardia del contingente, conformada por los padres de los normalistas desaparecidos, quienes cargaban grandes fotografías de sus hijos, tomó su lugar y guiados por un autobús blanco con altavoces instalados en el techo, la marcha avanzó.

La convocatoria fue tanta que cientos de jóvenes tuvieron que esperar en carriles de Reforma con dirección a Periférico para incorporarse al final de la manifestación.

Niños con máscaras y cientos personas cargando ataúdes y pancartas para exigir justicia se colocaron a largo del paso del contingente.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos” fue el primer grito generalizado, mismo que se repetiría en decenas de ocasiones a lo largo del trayecto.

De pronto, un joven tomó uno de los micrófonos conectados a los altavoces del autobús. Se trataba de uno de los sobrevivientes al ataque en Iguala.

El joven vestido con una playera amarilla narró como vivieron aquellos momentos de angustia y desesperación al ver a sus compañeros muertos mientras huían para evitar ser masacrados.

La narración la interrumpieron otros de sus compañeros, quienes le pidieron el micrófono porque estaba retrasando el avance de la manifestación.

Cuando comenzaba a caer la tarde, la marcha arribó al Ángel de la Independencia, los esperaban cientos de personas con gritos de “justicia, justicia”.

Los padres de los normalistas se detuvieron y con el Ángel de fondo pidieron a la prensa tomar fotografías del emblemático momento.

A partir de ese momento la marcha apretó el paso, pero hizo otra parada en el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes.

Al pasar frente a la sede del Senado de la República se escucharon mentadas y chiflidos de los manifestantes.

Para ese entonces la cantidad de personas que integraba la marcha era tal, que desde la vanguardia no se veía el final del contingente.

La manifestación siguió su camino por Reforma para después tomar Avenida Juárez.

Justo frente al Palacio de Bellas Artes, se hizo la primera referencia a la detención de José Luis Abarca ocurrida la madrugada del 4 de noviembre.

“La detención de Abarca y su esposa no resuelve la situación, queremos a nuestros jóvenes de regreso”, se escuchó a través de los altavoces del autobús que guiaba al contingente.

Los manifestantes tomaron Avenida 5 de mayo para la recta final de la marcha.

A las 17:33 horas la #AccionGlobalporAyotzinapa llegó al Zócalo entre aplausos de cientos de personas que se encontraban en la plancha.

Bastaron unos cuantos minutos para que el Zócalo se llenara de los manifestantes.

La vanguardia rodeó la plancha para terminar su recorrido frente a Palacio Nacional donde se instaló un templete para recibirlos.

Los padres de los 43 normalistas subieron al templete entre aplausos de los asistentes y cargando en todo momento las fotografías de sus hijos.

Los discursos de los familiares fueron duros, incluso en uno de ellos se aseguró que el gobierno anunciaría en las próximas horas la muerte de los normalistas.

A ninguno de los oradores le tembló la voz al hablar de sus desaparecidos, se dijeron indignados y con la fuerza suficiente para continuar con sus exigencias de justicia.

Los padres de los desaparecidos agradecieron el apoyo recibido por parte de la sociedad civil y solicitaron ayudar económicamente a la causa, compartieron un número de cuenta y colocaron una mochila azul al pie del templete para recibir donaciones.

Los discursos de los padres de los normalistas terminaron a las 18:50 horas.

Tocó el turno de los oradores de organizaciones civiles invitados por los familiares de los desaparecidos.

Tomó la palabra la ganadora del Nobel de la Paz 1997, Jody Williams, quien expresó su apoyo al movimiento y aseguró que otros Premios Nobel también lo respaldan.

Los concisos discursos de los familiares contrastaron con el afán de protagonismo de miembros de la sociedad civil que leyeron cerca de 10 cuartillas de un comunicado.

Algunos asistentes protestaron, pero finalmente terminaron de leer su mensaje.

A las 21:00 horas se entonó el himno nacional para finalizar la emotiva jornada que sirvió para recordarles a los familiares de los desaparecidos que no están solos.