Las FARC, una historia de guerrilla y sangre

La histórica discusión entre el gobierno colombiano y las FARC es la culminación de más de 50 años de confrontación armada.

Gustavo Pérez
Política
La histórica discusión entre el gobierno colombiano y las FARC es la culminación de más de 50 años de confrontación armada
Foto: Especial

El gobierno colombiano, encabezado por el presidente Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron que el próximo 2 de febrero reanudarán las pláticas de paz.

Esta histórica discusión es la culminación de más de 50 años de confrontación armada entre las autoridades y el grupo guerrillero.

El origen de las FARC se remonta al 27 de mayo de 1964, la fecha en que el gobierno colombiano reconoce oficialmente como el inicio de esta organización.


Desde ese momento, el grupo guerrillero estableció como su objetivo eliminar las desigualdades económicas, políticas y sociales en Colombia, además de la intervención económica y militar de Estados Unidos, esto a través de la implantación de un “estado marxista-leninista y bolivariano”.

Las FARC se conformaron luego de un enfrentamiento con fuerzas colombianas en Marquetalia, una comunidad autónoma fundada por grupos armados comunistas. En aquella ocasión, un grupo de campesinos, liderado por Manuel Marulanda Vélez, enfrentó a cerca de 16,000 soldados.

Marulanda, conocido como “Tirofijo”, quien dirigió a la organización hasta su muerte, en 2008, fue además su líder ideológico.


Hacia la década de los 80, el grupo creció lentamente, pero sus actividades ya estaban bien establecidas: guerra de guerrillas; narcotráfico; secuestro; terrorismo; atentados contra autoridades, civiles e infraestructura; y reclutamiento forzoso de menores.

En 1984, el gobierno del entonces presidente Belisario Betancourt, firmó un alto al fuego con las FARC y otros grupos guerrilleros, en los llamados Acuerdos de Uribe. Las negociaciones, sin embargo, fracasaron debido a que ninguna de las partes respetó el cese al fuego y a la represión política por parte de actores de derecha y de la misma izquierda. El conflicto se recrudeció.


A estas negociaciones siguió la creación de la Unión Patriótica (UP), que fue el brazo político de las FARC.

En diciembre de 1990, durante las elecciones para la nueva Asamblea constituyente, el ejército colombiano atacó el principal campamento de la guerrilla, esto bajo el argumento de que, después de las negociaciones, continuaron con sus actividades delictivas. En 1991 se reanudaron las pláticas entre autoridades y guerrilla, pero en 1993 se rompieron al no llegar a un acuerdo.

Entre 1996 y 1998, las FARC dieron varios golpes al ejército de Colombia, en tanto que expandieron además su capacidad de cultivo de diferentes drogas.

En 1998, el presidente Andrés Pastrana comenzó un nuevo proceso de paz, aunque éste nunca concretó ninguna medida debido a la falta de cooperación de los líderes de las FARC, en tanto que ésta fortaleció sus actividades delictivas.


A la llegada de Álvaro Uribe a la presidencia, en 2002, la estrategia del gobierno viró hacia una tendencia más bélica y propinó varios golpes a la guerrilla por el resto de la década. Las FARC, por su parte, llevaron a cabo más secuestros, incluido el de la candidata presidencial Íngrid Betancourt.

Juan Manuel Santos tomaría posesión como presidente colombiano en 2010, lo que representaría una nueva etapa en las negociaciones de paz entre la guerrilla y el gobierno, que comenzarían en 2012. Entre los resultados destacados de las negociaciones destaca la liberación de Íngrid Betancourt. No obstante, las pláticas no han sido constantes, en tanto que la influencia y el poder bélico de las FARC disminuye.