La noche del pasado domingo 18 de enero, el cuerpo sin vida del fiscal argentino Alberto Nisman fue hallado en su domicilio, en la capital Buenos Aires.
Las primeras indagatorias del caso indicaron que se trató de un suicidio, al encontrársele con un disparo en la sien y, hasta el momento, ninguna otra señal que indique un homicidio.
La muerte de Nisman causó revuelo no sólo por el cargo que ostentaba, sino por el último caso de su vida en el que trabajó: una acusación en contra de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, por el encubrimiento de un atentado terrorista.
¿Quién era Alberto Nisman?
El fiscal Alberto Nisman, fallecido a los 51 años, era conocido en Argentina por su trabajo académico y por ser seguidor de la meditación. Adquirió experiencia legal en los tribunales de Morón y estuvo casado con Sandra Arroyo Salgado, quien encabezó el Juzgado Federal en San Isidro.
Nisman solicitó, en mayo de 2008, la detención del ex presidente Carlos Menem y del ex juez José Galeano, esto por el caso AMIA. No obstante, esta demanda se debía a que, de acuerdo a un cable diplomático revelado por Wikileaks, el fiscal intentaba “congraciarse” con la presidenta Fernández de Kirchner al atacar a sus enemigos políticos.
La cercanía del funcionario con el oficialismo de la viuda del ex presidente Néstor Kirchner hizo pensar que sería elegido para encabezar la Procuración General de la Nación, pero al final la mandataria optó por Daniel Reposo y, posteriormente, Alejandra Gils Carbó. Esto, junto al escándalo por las filtraciones de Wikileaks, llevó a Nisman a distanciarse de la presidencia.
En 2013, el fiscal presentó un dictamen en el que acusó al gobierno de Irán de infiltrarse en países de Latinoamérica para cometer actos terroristas.
El 14 de enero de 2015, Alberto Nisman denunció directamente a Cristina Fernández y al ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, de acordar con el gobierno de Irán para proteger a los responsables del atentado ocurrido en 1994. Los delitos citados fueron “encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional”, además de solicitar el embargo sus bienes.
El atentado de AMIA
El 18 de julio de 1994, una bomba estalla en la puerta de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), un atentado que dejó 85 muertos y 300 heridos. Al día siguiente, un avión estalla en Panamá y mata a 21 personas, 12 de ellas judías.
La investigación del ataque, realizada durante los últimos años, contó con la participación de Alberto Nisman desde 1997 y éste encabezaría una comisión especial para el caso a partir de 2004.
En 2006, Nisman acusó al gobierno de Irán de planear el atentado y al grupo terrorista Hezbolá de ejecutarlo. No obstante, para 2010, cables diplomáticos filtrados por Wikileaks dan cuenta de comunicación entre el fiscal y diplomáticos de Estados Unidos.
En 2013, Cristina Fernández firmó un denominado “memorándum de entendimiento” entre Argentina e Irán, el cual fue criticado por la oposición y organizaciones judías en el país sudamericano. Como respuesta a este acuerdo, Nisman volvió a acusar a Irán, esta vez de infiltrarse en países latinoamericanos para ejecutar actos terroristas.
A principios de 2015, el fiscal finalmente señala directamente a la presidenta y a su ministro de Relaciones Exteriores de “fabricar la inocencia” de los acusados iraníes,a partir del acuerdo firmado en 2013 entre Argentina y el gobierno iraní de Mahmoud Ahmadinejad.
Lo que sigue para Nisman y el caso AMIA
Las sospechas en torno al posible homicidio de Alberto Nisman crecen entre la opinión pública, en particular debido a que el lunes siguiente a su muerte, iba a comparecer ante una comisión del congreso argentino para detallar la denuncia, que se basaría en conversaciones telefónicas que presuntamente probaban el encubrimiento oficial.
La presidenta Cristina Fernández incluso manifestó estar convencida de que el suicidio “no fue suicidio”. Agregó que la acusación de Nisman se basó en información falsa que le filtró un ex espía argentino, además de solicitar protección a Diego Lagomarsino, quien prestó al fiscal el arma que le privó a éste de la vida.
Hasta el momento, las autoridades han señalado que la puerta de servicio de la casa de Nisman no estaba cerrada con llave y cualquier intruso pudo abrirla. Asimismo, encontraron una huella y una pisada en una tercera entrada a la vivienda del fiscal.