Cambio climático: una amenza real

Martha Mejía
Todo menos politica
Día Mundial del Medio Ambiente
Foto: jacinta lluch valero/Creative Commons

México aportará 20 millones de dólares al Fondo para el Medio Ambiente Mundial, distribuidos de aquí a 2018, con el objetivo de financiar proyectos que ayuden a la conservación de ecosistemas y a aminorar los efectos del calentamiento global.

El cambio climático ha dejado de ser una historia de ciencia ficción o una profecía a futuro para transformarse en una realidad que impacta ya en todos los aspectos naturales y sociales del planeta: de ahí que el Día Mundial del Medio Ambiente, a celebrarse el próximo 5 de junio, sea una herramienta fundamental para sensibilizar y concientizar no solo a las personas sino también a los diferentes órdenes de gobierno para promover la atención y acción política al respecto.

México es por su condición geográfica una de las naciones más vulnerables a los efectos de este fenómeno climático, pero también lo es por sus condiciones sociales, económicas y culturales.

De acuerdo con Omar Masera Cerutti, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM campus Morelia, somos el país número 14 a nivel mundial con mayores emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera y “por esa razón tiene una gran responsabilidad de reducirlos y el reto de transitar a fuentes renovables energéticas, ya que 92% de la energía que consumimos viene a partir del petróleo”.

La historia de la batalla por el cambio climático es larga y ha pasado por muchas fases.

Cuando las primeras voces se alzaron avisando que el clima de la Tierra empezaba a desequilibrarse por culpa de la acción del hombre la mayoría de la comunidad científica respondió con indiferencia, tachando a los involucrados como alarmistas.

Sin embargo tras varios años de investigación las conclusiones del Quinto Informe elaborado por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) deja poco lugar a dudas sobre la existencia de este fenómeno.

“El cambio climático es real. Está ocurriendo ahora de manera inequívoca. Y los seres humanos han causado la mayor parte del calentamiento global”, son las líneas maestras del documento científico.

Este informe es resultado de intensas deliberaciones entre centenares de científicos desde que la comunidad internacional aprobó en 1988 la creación del IPCC.

Otro punto que destaca el informe es que el aumento de las emisiones de CO2 incrementará durante este siglo los riesgos de conflictos, hambrunas, inundaciones y migraciones.

En este sentido el Premio Nobel de Química mexicano Mario Molina señala que el cambio climático “ya está encima de nosotros y es considerado por muchos como el problema más serio que enfrenta la humanidad en este siglo”.

Durante la VI Cumbre de la Asociación de Estados de Caribe (AEC) Molina apunta que es un mito que los científicos no estén de acuerdo en que ocurre el fenómeno: 97% de los especialistas está de acuerdo en que el clima ya está cambiando y con gran probabilidad estos cambios se deben a actividades de la sociedad.

Caras

De acuerdo con el informe que entregó el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) a la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático se pronostican para los próximos 30 años desabasto de agua y alimentos, sequías en gran parte del territorio, inundaciones en la zona sur, epidemias, mortandad de ganado y riesgos en la sustentabilidad energética, entre otros daños irreversibles.

Todo ello de no aplicarse medidas correctivas y preventivas en contra de los efectos derivados del cambio climático.

El estudio titulado Cambio climático 2014: impactos, adaptación y vulnerabilidad señala que en las siguientes tres décadas México enfrentará un “desequilibrio hídrico”: habrá desabasto de agua en algunas regiones e inundaciones en otras y el agua disponible para consumo humano será casi nula. Además, advierte, la contaminación afectará casi al total de las cuencas hídricas.

El organismo sostiene que el calentamiento global traerá como consecuencia que las sequías se prolonguen más con el correr de los años y afecten no solo a estados del norte del país sino también del centro, y es probable que incidan en la producción de alimentos.

El INECC también prevé que al menos 21% de la población estará en riesgo de perder su patrimonio y disminuir su calidad de vida por la pérdida de servicios y de comunicaciones provocadas por inundaciones o desgajamientos de cerros.

Al respecto José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), señala que el desordenado desarrollo urbano causado por invasiones, aunado a los efectos del cambio climático, son las causas de las inundaciones que muchas veces han dado revés al país: “Varias de las zonas que cada año resultan damnificadas, te diría que 99% de ellas, corresponden a zonas sin planeación que ocupan áreas de inundación”.

Eso, afirma, “es lo que está afectando más a nuestro país: que no hay respeto a los usos del suelo, a los cauces de los ríos, de barrancas, a las áreas naturales protegidas de los bosques y selvas… Y lógicamente eso hace más vulnerable a estas zonas”.

El estudio del INECC apunta en tanto que las entidades con mayor riesgo de padecer desastres naturales asociados a inundaciones son Tabasco y Chiapas, mientras que en Veracruz y Tamaulipas la combinación de ciclones tropicales con “nortes”, derivada del cambio climático, generará fenómenos devastadores similares a Manuel, que devastó parte del estado de Guerrero en septiembre del año pasado.

Por otra parte el estudio señala que el problema del ganado se considera de gravedad porque en los próximos años el estrés por calor disminuirá 91% la fertilidad en las vacas, lo que provocará escasez de lácteos y carne en el país.

El calentamiento global, refiere, podría generar una epidemia de dengue: “La tendencia de la población a congregarse en grandes núcleos urbanos puede provocar que brotes de algunas enfermedades lleguen a ser epidemias. Por ejemplo, el dengue”.

Deforestación

La pérdida de bosques y selvas en México es una de las fuentes más importantes de emisiones de CO2, principal GEI que genera el cambio climático.

El cortar grandes extensiones de vegetación y cambiar el uso del suelo implica la pérdida de riqueza biológica y desabasto de agua acelerando el cambio climático, ya que al remover la cobertura vegetal se libera el bióxido de carbono (CO2) almacenado a la atmósfera mediante la descomposición o la combustión de los residuos vegetales.

La diputada Rocío Adriana Abreu Artiñano y el senador Aarón Irizar López, ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y la diputada Graciela Saldaña Fraire, del PRD, así como representantes de GLOBE Internacional, reconocen que si bien México cuenta con una Ley General de Cambio Climático aún continúa la pérdida de bosques y selvas en el país.

Todos, advierten los legisladores y los expertos, somos responsables de la tala clandestina que se presenta en el país, la cual provoca que se pierdan entre 300 y 400 mil hectáreas de selvas y bosques, por lo que la desertificación crece en el territorio nacional.

“Si tiramos árboles la temperatura se elevará. Por ello que se han llevado a cabo cambios a la Ley Forestal para hacer frente a este problema”, apuntan, al señalar que casi 500 legisladores de 100 países debatirán en el Palacio Legislativo de San Lázaro los próximos 6, 7 y 8 de junio a fin de consolidar acuerdos globales sobre el cambio climático rumbo a las cumbres internacionales de Lima 2014 y París 2015.

Pérdida de biodiversidad

El IPCC informa que un considerable número de especies correrá peligro de extinción con el aumento de la temperatura media del planeta.

Son motivo de particular preocupación las variedades silvestres de los principales cultivos, pues incluso algunas ya sufren enormes presiones por la pérdida de su hábitat y la degradación del medio ambiente.

Luis Fueyo, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), señala que en México se ha perdido la sensibilidad en el cuidado de la biodiversidad, fundamental para la sustentabilidad. “No hemos sido capaces de frenar la concentración de GEI ni de conservar las especies y la biodiversidad, lo cual provoca pérdidas humanas. Quizás hemos perdido sensibilidad ante este tema”.

Durante la presentación de la convocatoria al reconocimiento a la Conservación de la Naturaleza 2014, Fueyo indica que la meta uno del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 es que “para 2020 a más tardar las personas tendrán conciencia del valor de la diversidad biológica y de los pasos que pueden seguir para su conservación y utilización sostenible”.

De ahí la importancia de este tipo de reconocimientos que estimulan la participación de la sociedad en la conservación con pasión y sensibilidad.

Energías renovables

De acuerdo con el IPCC el calentamiento es imparable pero puede ser reducido de forma drástica si el ser humano controla las emisiones de CO2. Algunas medidas que pueden aplicarse en lo inmediato son baratas y fáciles, como disminuir el derroche de agua, garantizar la extensión de zonas verdes en las ciudades y prohibir asentamientos humanos en áreas de alto riesgo.

Sin embargo los especialistas sostienen que uno de los puntos centrales para mitigar este fenómeno es la no utilización de combustibles fósiles. En opinión de Masera Cerutti, participante por México en la 12 Sesión del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) celebrada en Berlín, Alemania, México contribuiría al cambio climático menos drástico con una transformación en su proceso de generación de energía actual a fuentes alternas, como la eólica y geotérmica.

El experto apunta que la reforma energética que necesita el país, actualmente a la espera de la aprobación de sus leyes secundarias, no debe ser aquella donde se produzca más petróleo sino una que facilite esa transición a fuentes renovables, pues la de generación por combustibles fósiles es la más contaminante.

Señala que el uso y consumo de energías renovables traerá muchas ventajas a la República, además del aspecto ecológico, con la creación de empleos a nivel local, el apoyo al desarrollo económico en comunidades marginadas e incluso a tener un liderazgo en esas áreas clave si se apoyan a largo plazo.

Por su parte el estudio Energías renovables para la competitividad de México, presentado en el Senado por Isabel Studer, directora del Instituto Global para la Sostenibilidad (IGS) de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, asienta que en el caso de las energías renovables la apertura concebida en la reforma energética es un paso indispensable pero no suficiente para resolver las barreras económicas, financieras, tecnológicas y de capacidad institucional que han impedido el aprovechamiento del potencial de México en estas fuentes energéticas, dejando pasar la oportunidad para convertirlas en motor de crecimiento económico e impulso a la innovación y productividad del país.

¿Qué es el FMAM?

El Fondo para el Medio Ambiente Mundial sirve para que todos los países logren proyectos específicos de cuidado medioambiental en cinco áreas focales: diversidad biológica, degradación de la tierra, aguas internacionales, químicos y desechos contaminantes orgánicos persistentes. Lo integran 183 países, entre ellos México.

Desde 1991 ha otorgado 451 millones de dólares a México como capital semilla para desarrollar 54 proyectos, apoyado mediante cofinanciamientos.