Julian Assange, de héroe a villano

Gustavo Pérez
Política
Julian Assange
Foto: NTX

El polémico caso de Julian Assange está por dar un giro importante, luego de que las autoridades suecas expresaron su voluntad de interrogarlo en el lugar donde actualmente se esconde.

La fiscal de Suecia encargada de su caso, Marianne Ny, afirmó que estaría dispuesta a interrogarlo en la embajada de Ecuador en Londres, donde el hacker vive desde hace 2012.

Con esto, el proceso judicial en el que el fundador de Wikileaks está involucrado saldrá de un estancamiento de casi 3 años y, si todo sale bien para Assange, podría concluir con su cacería la cual, él afirma, tiene una “motivación política”.

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El joven hacker

Julian Paul Assange, quien nació en Australia en 1973, comenzó su carrera de pirata informático en 1987, apenas a los 14 años de edad. Entre las varias redes a las que ingresó se encuentran el Pentágono, la NASA, el Departamento de Defensa y la Marina de los Estados Unidos, entre los más destacables.

Este camino ilegal concluyó cuando autoridades australianas lo descubrieron en 1991, pero sería hasta 1996 cuando se le juzgó y pagó una multa por reparación de daños.

En 1993, colaboró con autoridades de su país para encontrar a pedófilos en la entonces incipiente Internet. Posteriormente y con un nuevo interés en la criptografía, trabajó en diversos proyectos para desarrollar programas y códigos de encriptación.

Desde 1999, advirtió sobre una patente registrada por la Agencia de Seguridad Nacional de EU sobre reconocimiento de voz, lo que desde su punto de vista representaba una amenaza contra la privacidad mundial.

Nace Wikileaks

El hacker fundó el sitio Wikileaks en 2006 y fue entre este año y 2009 cuando reveló diversos documentos que revelaban corrupción y malos manejos en gobiernos y empresas.

El mundo no volteó a ver a este sitio hasta 2010, cuando la organización comenzó a recibir material del soldado estadunidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning tras cambiar de sexo), quien les dio videos, reportes de la guerra de Afganistán e Irak, así como del centro de detención en Guantánamo y, como la joya de la corona, alrededor de 250,000 cables diplomáticos.

La revelación del material robó la atención del público, pero, por obvias razones, también levantó ámpula en muchas autoridades, en particular de Estados Unidos.

Acusaciones de agresión sexual

En 2010, Assange viajó a Estocolmo, Suecia, como parte de una gira de trabajo por Wikileaks. Durante su estancia de 10 días en este país, se involucró sexualmente al menos con 2 mujeres quienes, a fines de ese año, lo acusaron de tener un “comportamiento no consensual” durante sus encuentros, en específico, eyacular adentro de una de las mujeres sin el consentimiento de ésta.

En diciembre de 2010, mientras estaba en Londres, autoridades pusieron en custodia al hacker por el caso de agresión sexual, pero éste logró salir mediante el pago de una fianza.

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Asilo ecuatoriano

En junio de 2012, Assange solicitó asilo político en la embajada de Ecuador en Londres. En agosto de ese mismo año, el gobierno ecuatoriano aprobó la solicitud y comenzó a vivir en una oficina que adaptó como un pequeño departamento.

Ante el caso, el presidente Rafael Correa manifestó su apoyo al australiano y fue quien confirmó la aceptación del asilo.

Desde el primer día, oficiales de la policía de Londres permanecen afuera de la embajada, una vigilancia que, según medios, ha costado 6.5 millones de euros al erario público.

Para agosto de 2014, el fundador de Wikileaks afirmó que “pronto” abandonaría la embajada y señaló que su salud se había deteriorado.

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Giro en el caso

La fiscal sueca encargada del caso, Marianne Ny, anunció que las autoridades de ese país estarían dispuestas a viajar a Londres para tomar una declaración a Assange sobre las acusaciones.

La decisión obedece a que los cargos que pesan sobre él prescribirán en agosto de 2015, de manera que las autoridades presionan a la fiscal de cerrar el caso si es que no halla “motivos razonables” para continuar.

Assange continúa en la embajada ecuatoriana, en espera de que las autoridades sigan adelante con las acusaciones o concluya el caso que, de acuerdo a defensores y al propio hacker, tiene motivaciones políticas.