La exposición excesiva al sol desde temprana edad, ya sea por actividades recreativas o laborales, puede alterar y dañar el ADN de las células de la dermis, lo que produce un crecimiento desordenado o cáncer de piel, padecimiento que afecta cada año a 16 mil personas en México.
De ahí que resulte tan urgente realizar campañas de prevención para el uso cotidiano de la fotoprotección solar. “La radiación ultravioleta puede ser peligrosa debido a que las lesiones que genera se acumulan con el transcurso del tiempo y queda en la memoria en las células de la piel.Es decir, las quemaduras solares de la adolescencia y la juventud pueden predisponer que en la vida adulta se presente algún tumor en nariz, frente, mejillas, orejas o cuello principalmente”, advierte Laura Juárez Navarrete, presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
Por lo anterior, la especialista recomienda el uso de bloqueadores solares de manera cotidiana y no solo cuando se visitan playas o balnearios. Sugiere además utilizar gorras, sombreros, lentes con filtros que protejan los ojos de los rayos ultravioleta, así como ropa de algodón que cubra los brazos y piernas.
Tan solo en Estados Unidos cada año se gastan 500 millones de dólares en atender casos de cáncer de piel. “Este mal sólo se presentaba en personas mayores de 50 años en México, pero se ha visto que cada vez hay más casos en personas más jóvenes”, añade.
La exposición solar es benéfica, pero solo por 15 minutos en las primeras horas de la mañana, pues ayuda en la asimilación de la vitamina D.
En tanto Marco Antonio Navarro Balderas, dermatólogo en la unidad de especialidades médicas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), explica que en los años veintes surgió la idea de que el bronceado es chic gracias a la diseñadora Coco Chanel, quien realizó un crucero por el Mediterráneo y regresó a París con la piel tostada por el sol.
Sin embargo esta moda ha causado grandes estragos, especialmente en las personas caucásicas, quienes sufren más problemas de cáncer de piel.
Se debe inculcar a los menores el cuidado de la piel porque “si cuidamos desde edades tempranas a nuestros hijos podemos reducir hasta 75% los riesgos de padecer cáncer en la edad adulta”. Y menciona que 70% del daño por radiación solar acumulado se recibe entre los 18 y los 20 años.
El cáncer de la piel puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las áreas con mayor exposición a los rayos solares como: rostro, cuello, orejas, manos y brazos.
El aspecto del cáncer de la piel puede variar. El signo más común es una herida que no sana. A veces puede ser una pequeña protuberancia de aspecto suave, brillante y cerosa, o puede ser roja o marrón rojizo.
El cáncer de la piel también puede aparecer como una mancha roja áspera o escamosa. No todos los cambios en la piel significan que se tiene cáncer; sin embargo, se deberá ver al dermatólogo cuando note algún cambio.