El desolador y oscuro futuro de los jóvenes en el mundo

Los jóvenes siguen siendo los más afectados por la crisis económica internacional: la tasa de desempleo en este sector ha aumentado hasta 13.1% en los últimos meses.

Redacción
Política
Jóvenes en problemas
Foto: Cuartoscuro

Por Lorena Ríos y Arturo Rodríguez

El reporte Estado de la población mundial elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) revela que la cifra de jóvenes en el orbe es la más alta de la historia, pero casi 60% de los mil 800 millones de habitantes de diez a 24 años ni estudia ni trabaja, “lo que supone que sus perspectivas de vida son sombrías y sus aportaciones al desarrollo serán limitadas”.

Paralelamente, organismos internacionales señalan que los jóvenes han sido el sector de la población mayormente afectado como consecuencia de la crisis global, lo que se refleja en las altas tasas de desempleo registradas desde 2008.

En tanto el informe Maternidad en la niñez, del mismo organismo, indica que anualmente casi 16 millones de adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años se convierten en madres de 11% de los nacidos en el mundo, lo que coarta su desarrollo personal y profesional.


En suma: el panorama a corto plazo para la juventud mundial luce desolador.

“Sueño lejano”

Frente a este escenario el UNFPA destaca que los países en desarrollo con una numerosa población joven pueden dar gran ímpetu a sus economías si realizan serias inversiones en su educación y salud, además de proteger sus derechos.

El Estado de la población mundial de la ONU revela que más de 500 millones de jóvenes tratan de sobrevivir con menos de dos dólares diarios y que los derechos de las niñas y mujeres son constantemente vulnerados. Por ejemplo, cada día contraen matrimonio 39 mil niñas menores de 18 años.

También deplora que pese a que el riesgo de pobreza es elevado, dos de cada tres países ignoran por completo a los jóvenes al diseñar las estrategias y los planes de desarrollo nacionales dirigidos a reducir tal condición.

“El pleno ejercicio de los derechos humanos sigue siendo un sueño lejano para millones de jóvenes; las violaciones atroces son lo habitual para muchos de ellos”, menciona el UNFPA.

El informe advierte que los países que no presten atención a la juventud pueden experimentar un incremento progresivo de la tasa de fecundidad y verse obligados a mantener a un elevado porcentaje de jóvenes y personas dependientes.

“Los jóvenes son los innovadores, creadores, constructores y líderes del futuro, pero pueden transformarlo solo si cuentan con las aptitudes, la salud, la capacidad de adoptar decisiones y verdaderas opciones en la vida”, manifiesta Babatunde Osotimehim, director ejecutivo del UNFPA.

El funcionario precisa que nueve de cada diez jóvenes del mundo actual viven en países menos desarrollados, lo que se traduce en enormes retos para esas economías. “Una fuerza de trabajo poco calificada atrapará a las economías en actividades de escaso valor e índices de crecimiento anémicos. Asimismo, la discriminación por razón de género provocará que estos problemas resulten aún más insolubles para las mujeres jóvenes y las adolescentes”, alerta.

Osotimehim sugiere que la manera de emplear el potencial de los jóvenes es explotando el llamado “dividendo demográfico”, que puede alcanzarse cuando la población de un país en edad de trabajar es mayor que la que es más joven y dependiente.

Sin embargo, “esto solo puede lograrse si se invierte en proteger derechos, incluidos los derechos reproductivos, así como en mejorar la salud y los niveles educativos de la juventud”, afirma.

Fracaso

En el informe Tendencias mundiales del empleo 2014: ¿hacia una recuperación sin creación de empleos?, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifiesta por su parte que la débil recuperación de la economía mundial ha fracasado en generar una mejora en los mercados laborales.

Al respecto cita que en 2013 el desempleo alcanzó a 202 millones de personas a nivel global, un incremento de casi cinco millones respecto del año precedente, lo que significa que el empleo crece a un ritmo más lento que la fuerza de trabajo.

Geográficamente, revela el estudio, el grueso del aumento del desempleo mundial se registró en las regiones de Asia Oriental y Asia Meridional, que sumaron 45% de personas que buscaban empleo, seguidas de África Subsahariana y Europa. América Latina se vio menos afectada en este rubro, al registrar casi 1% del aumento total del desempleo.

El déficit mundial de empleo generado relacionado con la crisis de 2008, detalla, ascendió a 62 millones de empleos, incluidos 32 millones de personas más que buscaban trabajo, 23 millones que se desalentaron y habían dejado de buscar, y siete millones de personas económicamente inactivas que optaron por no participar en el mercado laboral. Durante 2013, establece la OIT, casi 74.5 millones de jóvenes de 15 a 24 años estaban desempleados.

En general, concluye, “los jóvenes siguen siendo los más afectados por esta crisis: la tasa mundial de desempleo juvenil aumentó hasta 13.1%, un valor tres veces superior al de la tasa de desempleo de los adultos”.

De hecho, añade, la relación entre desempleo juvenil y desempleo adulto alcanza un máximo histórico, registrando valores particularmente altos en Oriente Medio y África del Norte, así como en algunos países de América Latina, el Caribe y Europa Meridional.

Tendencia

La OIT subraya que pese a que los jóvenes actualmente tienen mejores habilidades y niveles de formación académica, el desempleo entre ellos “se ha convertido en una tendencia persistente y creciente”.

De hecho la proporción de gente joven que no trabaja ni estudia aumentó 2.1% desde 2008 y ha llegado a representar casi 16% de la gente desempleada entre los 34 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), agrega.

Como consecuencia, dice, “uno de cada seis jóvenes ni trabaja ni estudia ni está en formación”, lo que en su opinión guarda relación con el hecho de que la duración del desempleo haya ido en aumento.

Al respecto la OIT alerta que si bien hay algunas diferencias regionales la tasa de desempleo juvenil a nivel mundial sigue aumentando y está previsto que alcance 12.8% en 2019, “cancelando los progresos alcanzados al comienzo de la recuperación económica”.

Pero detrás del deterioro de las cifras en materia de empleo, advierte, se vislumbra un escenario aún peor: la persistencia del desempleo, proliferación de empleos temporales y un creciente desaliento entre los jóvenes en las economías avanzadas, y empleos de baja calidad, informales y de subsistencia en los países en desarrollo”.

Sombrío

La Organización Internacional del Trabajo establece que la proporción de jóvenes que ni trabajan ni estudian o están recibiendo formación ha seguido aumentando desde que inició la crisis, y refiere que en algunos países en los que se cuenta con datos al respecto se calcula que casi una cuarta parte de los jóvenes de 15 a 29 años se encuentra en tal situación.

La crisis de empleo entre los jóvenes, detalla, ha llegado al extremo de que en algunos países desarrollados 66.6% está desempleado, se desempeña en trabajos irregulares o fuera del mercado laboral y educativo.

Lamentablemente la OIT asegura que la tendencia de desempleo actual se mantendrá constante durante los próximos años, lo que significa que para 2018 habrá más de 220 millones de personas sin empleo y la gran mayoría serán jóvenes.

Señala que los jóvenes españoles y griegos son los que enfrentan las perspectivas más sombrías, con más de la mitad de la juventud económicamente activa sin trabajo (52.4 y 54.2%, respectivamente), aunque habría que mencionar que la tasa de desempleo juvenil en Europa y el resto de economías industrializadas no considera a aquellos jóvenes que, sumidos en el desaliento y la frustración, han decidido renunciar a la búsqueda de un empleo.

Así, si se incluyeran en las cifras de desempleo actualmente el número de jóvenes desalentados de buscar trabajo en las economías avanzadas la cifra de desempleados sería de 13 millones, en comparación con los 10.7 millones que estaban oficialmente sin empleo en 2012.

En 2013, revela la OIT, la tasa de desempleo juvenil más alta se registró en Oriente Medio, donde 28.3% de jóvenes estaban desempleados (esta cifra, según las proyecciones actuales, podría aumentar hasta 30% en 2018), seguido de África del Norte, con 23.7 por ciento.

Las mujeres jóvenes en estas dos regiones son las más afectadas: 42.6% de la fuerza de trabajo femenina en Oriente Medio está sin trabajo, mientras que en África del Norte la cifra asciende a 37 por ciento.

En las economías avanzadas la tasa de desempleo juvenil en 2012 fue de 18.1% y es probable que permanezca por encima de 17% hasta 2015.

En contraparte, subraya, a nivel mundial las tasas más bajas de desempleo entre los jóvenes se registraron en Asia Oriental (9.5%) y Asia Meridional (9.3 por ciento).

Respecto de nuestro país, el organismo informa que durante el sexenio anterior la tasa de desempleo juvenil se disparó 44.7%: en 2006 ascendía a 6.7%; es decir, que entre seis y siete jóvenes mexicanos no tenían trabajo, pero en 2012 —último año comparable entre las naciones analizadas por la OIT y que coincide con el término de la administración pasada—, la tasa llegó hasta 9.7% (actualmente sobrepasa 10 por ciento).

Este último porcentaje se traduce en un millón 308.2 mil jóvenes mexicanos que carecían de trabajo a finales del año anterior, de acuerdo con la Encuesta nacional de ocupación y empleo, cifra que representó 52.5% del total de desempleados en el país.

La OIT desglosa el desempleo juvenil entre hombres y mujeres: en el caso de México, entre 2006 y 2012 el de varones subió 54.2%, al pasar de una tasa de 5.9 a 9.1%; en tanto, la tasa de mujeres jóvenes que no tienen trabajo subió 30.8%, ya que en 2006 era de 8.1% y en 2012 se ubicó en 10.6 por ciento.

Embarazo adolescente

Cada año casi 16 millones de adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años se convierten en madres del 11% de los nacidos en el mundo, de acuerdo con el Informe Maternidad en la niñez, del UNFPA.

Otros datos de Naciones Unidas confirman el hecho al señalar que diariamente dan a luz en el mundo 20 mil adolescentes, de las cuales se estima que 200 morirán a causa de su embarazo, por lo que urge la implementación de campañas efectivas para la prevención de embarazos de los diferentes sectores de la población, desde el gobierno y la sociedad civil.

En el grupo de 34 países que integran la OCDE, México ocupa el primer lugar de embarazos en adolescentes con una tasa de natalidad de 64.2 por cada mil nacimientos.

Los adolescentes no solo enfrentan carencias en los servicios de salud reproductiva, sino que existen también más de dos mil 400 millones de personas de diez a 24 años en condición de pobreza, lo que significa que viven con menos de un dólar al día. De ellos, más de 70 millones no cuentan con educación.

En el país, de acuerdo con datos del INEGI, en 2011 nacieron 2.5 millones de niñas y niños, de los que 473 mil tuvieron como madre a una mujer que al momento del parto tenía menos de 19 años. Esta cifra equivalente a 18.4%. Es decir, prácticamente uno de cada cinco nacidos en ese periodo son hijos de madres adolescentes.

La falta de una política pública enfocada a los jóvenes, la carencia de acceso a servicios de educación y de salud reproductiva, así como la pobreza, son solo algunos factores que dan origen a estas cifras y revelan la necesidad de programas que permitan prevenir de manera adecuada los embarazos no planeados, en especial en esta edad temprana.

País de cooperación

Ante este panorama el UNFPA da a conocer el programa País de cooperación 2014-2018, con el cual se buscará prevenir el embarazo adolescente y la mortalidad materna en la República Mexicana.

Además, dicho instrumento apoyará a México para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

En este sentido Alfonso Sandoval, representante del Fondo de Población, detalla que el programa tiene prioridades y estrategias para su implementación en México, destacando el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, la promoción de los derechos reproductivos y la reducción de la mortalidad materna bajo una perspectiva transversal de derechos humanos, acorde con la impulsada por el gobierno.

La recomendación, resalta, es reconocer que los jóvenes son sujetos de derechos, autónomos, y que tienen la posibilidad de decidir sobre sus vidas, lo que implica incluirlos en el diseño de estrategias que respondan a sus necesidades, gustos e intereses, así como en la evaluación de los servicios, incorporando enfoques de derecho, género e interculturalidad.

Sin servicios de salud

Datos de la Encuesta nacional de salud 2012 señalan que 33.4% de las adolescentes entre doce y 19 años (es decir, tres de cada diez) ya tuvieron su primera relación sexual sin ningún tipo de protección, por lo que “debemos informarles durante su adolescencia y a lo largo de sus años de fecundidad sobre las opciones anticonceptivas que pueden emplear para no arriesgar en cada relación sexual su salud y la posibilidad de una maternidad precoz”, expone Raffaela Schiavon Ermani, directora general de Ipas México.

La también secretaria técnica del Comité Promotor por una Maternidad Segura en México destaca que nuestro país enfrenta una creciente demanda de atención actual y futura en salud materna, pues para 2030 se estiman 3.1 millones de embarazos por año y ante ello se requiere aumentar el número de profesionales capacitados.

Puntos pendientes

Jesús Zimbrón, director general adjunto de la secretaría general del Consejo Nacional de Población (Conapo), menciona que en cuanto a la fecundidad adolescente la información de las proyecciones de población no prevé cambios significativos, observándose un leve descenso de 66 nacidos vivos por cada mil adolescentes (en 2013) a 64 nacidos vivos para 2030.

Resalta que los pendientes de México ante la problemática de embarazos de adolescentes son: normar el derecho a la salud sexual y reproductiva, sin distinción ni discriminación; asegurar el suministro de materiales en esta materia; considerar la difusión y el uso de los métodos anticonceptivos como estratégicos; garantizar que los programas de planificación familiar, anticoncepción y salud reproductiva para adolescentes sean obligatorios, eficientes y no discrecionales; dar este enfoque en la educación, y generar indicadores para medir el desarrollo del fenómeno.

Por cierto el Distrito Federal es la entidad con la mejor fecundidad adolescente, con 49.2 nacimientos por cada mil adolescentes, mientras que Coahuila posee el rango más alto en esta materia: 86.3 nacimientos por cada mil mujeres adolescentes. Le siguen Chiapas (84.9) y Sonora (83).

En Oaxaca, Guerrero y Chiapas la ocurrencia de embarazos y de muertes maternas es mayor, mientras el rango más bajo en estos renglones lo tienen Baja California, Coahuila, Distrito Federal y Nuevo León.

Las proyecciones oficiales indican que durante las próximas dos décadas el nivel de embarazos de adolescentes en México continuará en el mismo rango, lo que en opinión de especialistas en la materia es una alerta acerca de las fallas y omisiones en materia de educación y acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Numeralia

- De acuerdo con la ONU diariamente dan a luz en el mundo 20 mil adolescentes, de las cuales se estima que 200 morirán a causa de su embarazo.

- Las adolescentes tienen cuatro veces más probabilidades de morir a causa del embarazo que las mujeres de entre 20 y 30 años.

- El riesgo de muerte de neonatos es 50% mayor en adolescentes que en mujeres que superan los 20 años.

- Una de cada tres mujeres embarazadas en México es menor de 20 años.

- La primera relación sexual ocurre a los 16.6 años en promedio y 61.5% de las adolescentes no se protege durante su primera relación sexual.