El instinto homicida está presente en cada ser humano, pero la evolución de nuestra especie ha permitido que, en la gran mayoría de nosotros, permanezca durmiente.
No obstante y, como afirma el Guasón, “la locura es muy parecida a la gravedad: sólo requiere de un pequeño empujón”.
Estas mujeres mexicanas, con un pequeño empujón, cayeron al abismo de la locura y asesinaron sin piedad.
Magdalena Solís
La oriunda de Nuevo León fue conocida como “La Gran Sacerdotisa de la Sangre” por cometer asesinatos rituales en 1963 y por el culto que la consideraba la reencarnación de una diosa. Se le comprobaron 8 muertes, pero se estima que fueron 15. Fue sentenciada a 30 años de prisión.
Erandy Elizabeth Gutiérrez
El 19 de marzo de 2014, la niña de 16 años (de vestido azul en la foto) asesinó con 65 puñaladas a su amiga Anel Báez (a su derecha), de la misma edad, por presuntamente difundir fotografías de ella desnuda. En su perfil de Twitter, Erandy ya sentenciaba “voy a sepultarte antes de que pase este año”. Fue capturada y sentenciada a 7 años en la cárcel, la pena más alta para una adolescente en Sinaloa.
Evangelina Tejera Bosada
La veracruzana fue la reina del Carnaval de su estado, en 1983, a sus 18 años de edad. En 1989, la mujer mató a sangre fría a sus 2 hijos, de 3 y 2 años, al estrellarlos en el piso. Para deshacerse de la evidencia, la mujer descuartizó los cuerpos de los pequeños para esconderlos en los macetones de su departamento. Se le sentenció a 20 años de prisión.
Felícitas Sánchez Aguillón
A principios del siglo XX, esta mujer fue partera, traficante de menores y asesina de cerca de 50 niñas y niños, según estimaciones. Sus víctimas murieron asfixiadas, envenenadas, apuñaladas e incluso quemadas vivas. Fue capturada en 1941, salió con una fianza de 600 pesos y, en ese mismo año, decidió quitarse la vida con Nembutal.
Juana Barraza Samperio
La mujer, mejor conocida como la “Mataviejitas”, mató –según un estimado de autoridades- a alrededor de 48 mujeres de la tercera edad entre 1999 y 2006, a quienes golpeaba, acuchillaba y asfixiaba hasta la muerte. En 2008, fue sentenciada a 759 años de cárcel.