Las celebridades se caracterizan, casi siempre, por su extravagante estilo de vida.
En ocasiones, su popularidad (o la falta de ella) los impulsa a incursionar en varios negocios, en particular en los que explotan su imagen.
No es raro ver perfumes, líneas de ropa o productos similares con el nombre de un actor, actriz o cantante.
Algunos de ellos, no obstante, parecen perder el piso e intentan vender productos con los que no se les relacionaría.
Loción de Michael Jordan
Cuando el número 23 de los Toros de Chicago estaba en la cima del mundo, varias marcas lo buscaban con millones de dólares en las manos. Él, sin embargo, decidió sacar en 1996 su propia colonia, que pese a las críticas, vendió bastante bien en los supermercados.
El “relámpago” de Steven Seagal
Si bien el ex Navy Seal y experto en artes marciales nunca fue un gran actor, siempre se destacó por la energía con la que combatía a los maleantes en sus películas. Quizá por ello, Seagal creyó que era buena idea vender una bebida energética con su nombre a la que llamó “Lightning Bolt”. Sobra decir que ni siquiera sus fans (si es que todavía los hay) la compraron.
La mantequilla de Ozzy Osbourne
La marca “I Can’t Believe It’s Not Butter” es bastante conocida en Estados Unidos y varios otros países. El por qué necesitaron del balbuceante líder de Black Sabbath para promocionarse es un misterio para cualquier persona racional.
Crema para hemorroides de Bryan Cranston (Breaking Bad)
Antes de vender metanfetaminas en el desierto de Nuevo México, el reconocido actor no lo era tanto. En los 80, cuando apenas iniciaba su carrera, aparecía en comerciales de Preparación H, la famosa crema para hemorroides.
Los dulces de María Sharapova
La famosa tenista rusa parece tener una gran afición a los dulces, tanto que incluso fundó una compañía para producir su propia marca: Sugarpova. Desde caramelos hasta gomitas y chicles con forma de pelota de tenis, la línea de Sharapova parece tener bastante éxito en los países en los que se venden, aunque no tanto en México, parece ser.
El féretro de Kiss
La banda más fastuosa del mundo tiene todo tipo de productos para la vida diaria de sus fanáticos… y también para su muerte. Con un precio de 4,700 dólares (firmado por los integrantes) el “Kiss Kasket” es la mejor forma en que un miembro del Kiss Army puede pasar al más allá con estilo.
El café de David Lynch
El reconocido director e icono para hipsters y demás gente pretenciosa es también un declarado amante del café. Esto debió inspirarlo para lanzar su propia marca de café, la cual se vende a un precio de 54 a 63 dólares la bolsa.
50 Cent y su “agua vitaminada”
El rapero cuya moda murió hace poco menos de una década aprovechó su época de oro para invertir en negocios muy diversos. Uno de ellos fue el de la marca VitaminWater, una bebida que –supuestamente- contiene vitaminas, a la que prestó su nombre a cambio de un contrato que incluía el 10% de la compañía que la producía.
