Los comerciantes del “Tianguis de Noche” de la avenida Revolución Social en la delegación Iztapalapa, extrañan a “Capitán”, el perro que cada tarde paseaba por los negocios y se quedaba ahí para cuidar y acompañar a los vendedores.
También conocido como “Lucio” o “Solovino”, se ausentó de los comercios luego de que la noche del pasado 7 de abril fue llevado al Centro de Control Canino “Iztapalapa” tras morder a una pequeña de 5 años de edad, dentro de la Unidad Habitacional Genero Estrada, en la colonia Jacarandas.
Las personas que conocieron al animal, que se salvó de ser sacrificado gracias a un amparo que promovieron vecinos y una asociación civil, señalan que éste nunca presentó una conducta agresiva y siempre fue un perro tranquilo y juguetón.
Capitán mordió para defenderse
De acuerdo con Verónica Canales, madre de la niña afectada, la noche del 7 de abril su hija fue atacada por el perro sin motivo aparente, cuando jugaba en el parque de la unidad habitacional.
“Dice mi hija que estaba con otros amiguitos y que los otros amiguitos traían una espada y le pegaron al perro (...) y por atrás la atacó".
Debido al ataque, la niña recibió 60 puntadas en su cabeza, estuvo hospitalizada por 6 días y se prevé que su recuperación tarde alrededor de 6 meses.
Siempre fue un perro tranquilo
Los inquilinos de la unidad habitacional aseguran que el animal nunca presentó una actitud agresiva, por el contrario, siempre estaba acompañando a los niños y a la gente de la zona.
“A las niñas de los departamentos de arriba las acompañaba a la escuela, las iba a dejar como a 10 minutos de aquí y se regresaba. Igual a otros vecinos que salen como a las 5 de la mañana iba y los dejaba en la esquina”, señalaron.
Asimismo, los habitantes de la zona señalan que no era la primera vez que los niños maltrataban al perro.
“Cuando ‘Capitán’ veía que los niños venían, mejor se metía y se escondía porque sabía que lo molestaban”.