Crisis en Grecia, entre lo malo y lo peor

Pese a un nuevo gobierno y dirección, el país europeo no parece dirigirse a buen puerto.

Redacción
Política
Grecia 2015
Foto: AP

Grecia atraviesa la peor crisis económica y social de sus últimos años. Pese a un nuevo gobierno y dirección, el país europeo no parece dirigirse a buen puerto.

Aunque el oscuro episodio que hoy viven los griegos comenzó años después, el problema data desde 2004, año en que esta nación logró colarse a la Unión Europea. Años después, la agencia de estadísticas Eurostat indicó que las cifras presentadas por Grecia para justificar su entrada al conglomerado estaban infladas.

A fines de 2009, el país ya sufría los estragos de la crisis económica y financiera mundial, luego de que sus principales negocios –el comercio marítimo y el turismo- se vieron afectados por la situación. Para mantener activa a la economía, el gobierno griego gastó más y, por ende, aumentó su deuda.

Esta deuda provocó un enorme déficit que a Grecia le era imposible pagar, de manera que tuvo que emprender estrategias difíciles, pero necesarias, como fue el caso de medidas de austeridad.

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Pese a las protestas de cientos de miles de griegos, el gobierno helénico continuó sus negociaciones son la Troika, designación que se le dio a la entidad conjunta del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.

En el último lustro, Grecia recibió 2 rescates financieros que, en total, elevan la deuda de este país a 342,200 millones de euros. Entre los países acreedores se encuentran Francia, Italia y, en mayor medida, Alemania.

Este año es determinante para el futuro griego. El 26 de enero de 2015, Alexis Tsipras tomó posesión como primer ministro del país luego de unas elecciones en las que arrasó. Con él, llegó un gobierno con una actitud confrontativa ante la Troika y contra la canciller alemana Angela Merkel, líder de la nación a la que más le debe Grecia.

La primera mitad de 2015 fue para Tsipras el espacio para encarrilar nuevamente las negociaciones para resolver la enorme deuda con la Unión Europea, la cual ha rechazado las propuestas de prórroga para comenzar a pagar.

Este 30 de junio, los beneficios y financiamiento del segundo paquete de ayuda expirarán si no se hace un pago de 1,600 millones de euros, algo que funcionarios griegos ya infirieron en semanas previas.

Para el 5 de julio, los griegos votarán en un referéndum en el que elegirán si aceptan o no las condiciones que sus acreedores les ponen. Estos últimos prometen una ayuda de 15,500 millones de euros para enfrentar sus vencimientos de deuda si a cambio rebajan sus pensiones y elevan el IVA a 23% en restaurantes y hoteles.

Si la mayoría vota que “Sí”, las negociaciones entre Grecia y la Eurozona se reestablecerían, aunque no se sabe si el gobierno de Tsipras sería el que regresaría a la mesa. Si se vota que “No”, el gobierno dimitiría y se llamaría a elecciones inmediatas o a la designación de una autoridad provisional sólo para concluir las negociaciones.

Por lo pronto, para evitar una fuga de capitales, el gobierno griego restringió el retiro de dinero de los bancos, además de retrasar el pago de pensiones a los jubilados.

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