La devaluación del peso

Sergio Sarmiento
Columnas
Devaluación del peso frente al dólar
Foto: Luis Romero/Creative Commons

El peso se ha venido devaluando frente al dólar. Lo mismo ha ocurrido con otras divisas, pero en los últimos meses la caída del peso se ha acentuado. Casi todos los analistas han responsabilizado a los administradores de fondos internacionales de inversión, pero al parecer el fenómeno tiene otra causa.

El 23 de julio de 2010 el tipo de cambio era de 12.74 pesos por dólar. Este 23 de julio de 2015 se encontraba en 16.07. El precio del dólar para las empresas ha aumentado 26.1% en cinco años.

¿Es mucho o poco? La diferencia de inflación en este quinquenio ha sido bastante mayor. El índice de precios al consumidor ha subido solo 13 puntos porcentuales más en México que en Estados Unidos entre 2000 y 2014, la mitad que el aumento del precio del dólar. La divisa mexicana sí ha perdido terreno frente al dólar.

¿Es malo? Para algunos sí, para otros no. Una devaluación es por definición una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores de un país. Los empresarios pueden ajustar precios con mayor facilidad, pero los sueldos cambian de manera muy lenta. Por eso las devaluaciones suelen provocar caídas o estancamiento en el consumo.

En contraste los exportadores salen beneficiados: pueden obtener más pesos por sus dólares y aumentan de manera automática sus márgenes de ganancia.

El peso mexicano no ha sido la única divisa que se ha devaluado frente al dólar en los últimos años. El euro, el dólar canadiense y todas las divisas de los países emergentes han caído también, de hecho con mayor rapidez que la moneda mexicana, hasta estos últimos meses en que la devaluación del peso mexicano se ha acelerado. El tipo de cambio de la divisa mexicana frente al euro se ha mantenido, sin embargo, por debajo de los 18 pesos en estos últimos años, a pesar de la caída frente al dólar.

La profundización de la devaluación del peso en este 2015 ha sido atribuida a muchos factores. La columna EM Squared del Financial Times señalaba que muchos analistas se han preguntado por qué el peso ha caído más que otras divisas en este año “cuando la economía mexicana es considerada como un raro punto brillante en un oscuro mundo emergente”.

Protección

Una de las explicaciones que se dio es que por ser el peso una de las divisas más líquidas del mundo, quizá la que es más fácil comprar y vender de los países emergentes, es más sencillo vender pesos que otras divisas que no tienen un mercado tan amplio. Pero cifras de Citi, el banco estadunidense dueño de Banamex, señalan que la compra de dólares no proviene de las grandes empresas ni de los fondos de inversión, que han mantenido transacciones equilibradas, sino de transacciones bancarias que llevan a cabo mayoritariamente familias mexicanas.

Si estas cifras de Citi son indicativas de lo que está pasando en el resto de la economía, la devaluación del peso no tiene nada que ver con las estrategias globales de los grandes administradores de fondos de inversión.

El problema somos los propios mexicanos. Las familias de nuestro país siguen recordando las grandes devaluaciones del pasado. Y para proteger su patrimonio, prefieren muchas veces comprar dólares.