Tigres quiere vencer a River Plate de Argentina en la final de la Copa Libertadores y pasar a la historia como el primer equipo mexicano en conquistar dicho certamen.
El juego de ida se realizará el próximo 29 de julio en la cancha del Estadio Universitario de Nuevo León, a las 20:00 horas.
Mientras que el partido de vuelta se jugará el 5 de agosto en el Estadio Antonio Vespucio Liberti en Buenos Aires, a las 22:00 horas.
Estamos en la Final, Gracias Afición, #SomosTigres #TodoMexicoEsTigre pic.twitter.com/HQzmjlMavO — CLUB TIGRES OFICIAL (@TigresOficial) julio 23, 2015
Tigres no es el único equipo que llegó a la final de este torneo, pues Cruz Azul y Chivas también hicieron lo propio hace algunos años.
Cruz Azul
La Máquina fue el primer equipo en jugar una final de Copa Libertadores en 2001.
En aquella ocasión, el equipo dirigido por José Luis Trejo enfrentó en la final a Boca Juniors de Argentina.
En el juego de ida, celebrado en el Estadio Azteca, la Máquina cayó 1-0 con una anotación de Marcelo “Chelo” Delgado.
En el partido de vuelta, un gol de Francisco Palencia le dio el empate global a Cruz Azul y obligó a que el encuentro se definiera en penales.
En la definición desde los 11 pasos, Boca Juniors se coronó gracias a los goles de Juan Román Riquelme, Mauricio Serna y Marcelo Delgado.
Por la Máquina sólo marcó Juan Francisco Palencia.
Chivas
Guadalajara enfrentó al club brasileño Inter de Porto Alegre en la final de la Copa Libertadores en 2010.
En el juego de ida, celebrado en el Estadio Omnilife, los brasileños sacaron una ventaja de 2-1 con goles de Giuliano Victor de Paula y Bolivar Guedes. El gol del “Rebaño” fue obra de Adolfo “Bofo” Bautista.
En el partido de vuelta, los dirigidos por José Luis Real se fueron al frente con un gol de Marco Fabián, al minuto 42. En la segunda mitad, Rafael Sobis marcó el empate para el cuadro brasileño, al 61.
Leandro Damiao amplió la ventaja para los cariocas al minuto 75, mientras que Giuliano marcó el tercero al 89.
Omar Bravo marcó el segundo gol de Chivas al minuto 90.
Tras el silbatazo final, la cancha se convirtió en un ring con una tremenda bronca.