Luego que Corea del Norte lanzó un cohete de largo alcance, Estados Unidos, Corea del Sur, China, Rusia, la Unión Europea, la ONU y la OTAN se pronunciaron contra lo que creen se trató de un misil.
A pocas horas del anuncio de lanzamiento, Corea del Sur y Estados Unidos informaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio surcoreano un sistema antimisiles estadounidense.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, condenó el lanzamiento al considerarlo una prueba de misiles encubierta y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU a aplicar duras sanciones al país vecino.
En tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará hoy una reunión de urgencia tras el lanzamiento del artefacto.
Ban Ki-moon, secretario general del organismo internacional, lamentó la acción por violar las relaciones del Consejo de Seguridad y reiteró su llamado a Corea del Norte para que detenga este tipo de acciones, que calificó de provocadoras, y cumpla sus obligaciones internacionales.
China, el mayor aliado de Corea del Norte, y Rusia también lamentaron que el régimen de Kim Jong Un haya lanzado un cohete de largo alcance.
Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea (UE), acusó al país de amenazar con sus acciones la paz internacional y la seguridad en la región.
El presidente francés, François Hollande, consideró el lanzamiento como una prueba de misiles y pidió una reacción rápida y severa del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Gobierno británico fue otro de los que reprobaron el lanzamiento y advirtió que buscará una “respuesta robusta” si el régimen norcoreano continúa violando las resoluciones de la ONU.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, además de condenar el hecho, pidió a Corea del Norte que se abstenga de nuevas acciones que supongan una provocación.
Corea del Norte dijo que el lanzamiento no fue de un misil, sino que era un cohete que forma parte de un programa espacial exclusivamente científico.
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