El Papa Francisco afirmó que la principal riqueza “tiene rostro joven”, lo que permite proyectar un futuro y da esperanzas.
“Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse y transformarse”, precisó el Pontífice.
Subrayó que el privilegio o el beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos convierte a la sociedad en un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas, el secuestro y la muerte causan sufrimiento y frenan el desarrollo.
Manifestó que “el asunto no es sólo de leyes”, sino de la formación de la responsabilidad personal de cada uno con pleno respeto del otro.
Agradeció la recepción en el país y precisó que el gobierno mexicano puede contar con la iglesia católica.
Por su parte, Peña Nieto destacó que es la primera vez que un Sumo Pontífice es un recibido en Palacio Nacional.
Afirmó que el individualismo, consumismo y la ansiedad por tener más provocan frustración en la sociedad y, además, atentan contra el planeta en el que vivimos.
“México quiere al Papa Francisco por su sencillez, bondad y calidez”, expresó el mandatario.
Puntualizó que la visita dejará una huella imborrable en los mexicanos, pero que éstos también dejarán un recuerdo en el Papa.
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