El penal de Topo Chico tiene un nuevo escenario: salas, minisplits, pantallas, frigobares, televisión digital y hasta acuarios y baños sauna fueron desmantelados por autoridades.
Antes del motín ocurrido el 11 de febrero, los reos gozaban de esos privilegios, pero la Fuerza Civil tomó el control total del centro penitenciario.
“El cobro de piso, el tráfico de drogas y los privilegios se acabaron en el Penal del Topo Chico”, señaló el gobierno de Nuevo León en su portal de internet.
“Tras la intervención del Estado, Fuerza Civil asumió el control total del centro penitenciario y puso fin al autogobierno que ejercían líderes del crimen organizado en complicidad con algunas autoridades”.
En la diligencia también fueron retirados 280 puestos semifijos de alimentos, abarrotes y hasta un bar que eran operados por la red criminal directamente o a través del cobro de piso, ofertando productos con sobreprecios de hasta un 120 por ciento.
Toneladas de objetos prohibidos, entre ellos muebles, aparatos electrodomésticos y colchones, fueron apilados en las canchas del centro penitenciario y después retirados por maquinaria pesada y camiones.
La depuración del penal fue constatada hoy con la visita de 3 mil 19 familiares de internos, incluidos niños y adultos mayores, quienes pudieron ingresar de manera ágil.
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