El Papa Francisco ofició una misa ante cerca de 300 mil fieles congregados de manera simultánea en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en El Paso, Texas.
En su mensaje, el Sumo Pontífice se refirió a las víctimas de la violencia y el narcotráfico, que en su mayoría son jóvenes, a quienes se refirió como “carne de cañón”.
“No más muerte ni explotación. Siempre hay tiempo de cambiar. Siempre hay una salida”, expresó el Papa durante la ceremonia realizada en el lugar conocido como “El Punto”.
Después de la misa, Su Santidad será trasladado al Aeropuerto Internacional de Ciudad Juárez, donde será despedido por el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
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