Crimen organizado se infiltra en maternidad subrogada

Legisladores alertan que el crimen organizado inició una red de comercialización en torno a la maternidad subrogada.

Norberto Vázquez
Embarazo
Foto: Cuartoscuro

Nuestro país se ha convertido en una virtual sede de la industria de la maternidad subrogada, ya que este “negocio” ha rebasado las fronteras con matrimonios que vienen en busca de procrear mediante esta práctica que genera millonarias utilidades a costa de mujeres necesitadas de tener una vida sin problemas económicos.

Mientras que para congresistas y expertos la maternidad subrogada, o las “madres de alquiler”, es cada día más demandada y ofertada en México por ser ilegal en otras naciones del mundo, grupos del crimen organizadoiniciaron una fructífera red de comercialización del tipo de la trata de personas, lo que les reditúa millonarias ganancias a esas organizaciones delictivas dedicadas a lucrar con la procreación asistida.

No obstante, añaden, es un hecho de que en varios países las tendencias se están implantando de manera reglamentaria y médica para establecer técnicas de reproducción sustitutas con legislaciones detalladas y con una infraestructura de clínicas, médicos y laboratorios con la más alta tecnología, lo que en México está resultando al contrario: la reproducción médicamente asistida se está permitiendo de manera ilegal con alta demanda internacional.

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Mercado

En México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), una de cada seis parejas que desean tener un hijo tiene problemas para concebir, ya sea de manera temporal o permanente, en cifras concretas.

“En nuestro país hay un millón 500 mil parejas que padecen infertilidad”, indica el organismo.

La Asociación de Medicina Reproductiva de Nueva York define que en los 68 centros que existen en México para la reproducción asistida —regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)—, en su mayoría privados, se alcanzaron 15 mil nacimientos entre 2000 y 2011, y a mediano y corto plazos “se podrá incrementar el número de casos exitosos para parejas que enfrentan infertilidad”, destaca la asociación internacional.

Por su parte, los Laboratorios Merck Serono en su estudio La travesía de los pacientes con infertilidad señalan que en promedio se requiere de una inversión de 50 a 80 mil pesos por tratamiento, aunque puede incrementarse hasta en 30% si se aplica el proceso de biopsia embrionaria a fin de seleccionar a aquellos embriones más sanos y con las mejores condiciones para implantarse en la matriz.

“México se realiza un estimado de 82 mil procedimientos de reproducción asistida al año”, lo que genera un importante mercado nacional que opera en su mayoría de manera irregular”.

En la página de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, institución internacional que agrupa a 172 centros y médicos en toda la región, 33 en México, se indica que en esos nosocomios entre 1990 y 2011 se gestaron 15 mil 140 bebés.

Estos son los datos de carácter público, pues en la clandestinidad el contrato para la maternidad subrogada por parte de firmas ilegales y de organizaciones delictivas con tendencias de trata de personas, mantienen indicadores clandestinos, según senadores expertos y ex diputados federales.

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Los casos

Tanto senadores y académicos consideran necesario detener esta práctica y evitar que México tenga casos como los que se suscitan en países asiáticos y africanos, donde el alquiler de vientres está relacionado con el crimen organizado y la trata de personas.

La senadora Mely Romero, del PRI, señala que esta práctica ha consolidado un mercado internacional y se ha convertido en un negocio multimillonario en países como India y Tailandia. “La industria de la maternidad subrogada generó dos mil millones de dólares a nivel mundial”, destaca.

Expone que en “México la renta de vientres es 70% más barata que en Estados Unidos, además se ofrecen paquetes que incluyen un viaje turístico y recreativo para los solicitantes por las playas de Cancún, mientras que las mujeres de Tabasco que subrogan padecen riesgos de salud, aislamiento de sus familias y en ocasiones explotación cruel y despiadada”, agrega.

Comenta que en “nuestro país la compensación económica para las mujeres gestantes puede variar desde los diez mil a los 150 mil pesos, pero las que se encuentran en situación de carencia extrema son las más vulnerables a esta industria”.

Este, recalca, es un tema que tanto preocupa, por lo que tienen que darse a conocer las numerosas historias de mujeres que “han caído en la tentación de una remuneración económica cuantiosa, sin imaginar las consecuencias graves de su decisión”.

Menciona que la explotación de mujeres con fines reproductivos debe ser conocida, difundida y detenida, tanto por los que toman decisiones como por la población en general y “evitar que México se convierta en un país como Tailandia o Nigeria, donde la maternidad subrogada está relacionada al crimen organizado”.

Ingrid Tapia, de Early Institute, indica que más de 80% de los procedimientos practicados en mujeres mexicanas es a favor de extranjeros, por lo que considera “esta práctica como una forma de explotación de mujeres con fines reproductivos”. Asimismo señala que los extranjeros vienen a México a realizar esta práctica, “pues en sus países está considerada un delito”.

Francisco Vázquez, profesor de la Universidad Panamericana, dice que “no existe argumento filosófico que permita justificar la existencia de un derecho a la paternidad, ya que implicaría aceptar la idea de que una mujer subrogue su vientre a cambio de su menoscabo, e incluso la pérdida de su libertad, para permitir que otras personas accedan a ese derecho”.

Vázquez comenta que el derecho reconocido en el artículo 4 constitucional “consistente en que toda persona tiene la libertad de decidir el número y esparcimiento de sus hijos, solo protege a aquellas personas que poseen la actitud física para procrear, por lo que pensarlo de otra manera transformaría los derechos humanos en ‘derechos capricho’”.

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Desafío

La ex diputada federal Leticia López, del Partido Acción Nacional y quien fuera presidenta de la Comisión Especial de Lucha contra la Trata de Personas, es una de las voces que más ha argumentado el problema. Afirma que México enfrenta hoy el desafío de la trata de personas disfrazada que significa la maternidad subrogada.

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“Convertida en uno de los delitos más lamentables que pueda cometer un ser humano contra otro”, añade.

Expresa que en nuestro país esta práctica tiene precios considerablemente más bajos, en comparación con naciones de mayor desarrollo socioeconómico.

“Los costos son acordados y negociados por las clínicas de subrogación. Es preocupante que alrededor de 800 familias españolas contratan vientres en el extranjero cada año, la mayoría en México, ya que la maternidad subrogada está prohibida y penada en España y aquí no”, denuncia.

Señala que en Tabasco y Sinaloa se regula esta práctica bajo la figura de maternidad subrogada. “La cual no disminuye los riesgos de salud de las mujeres que rentan su vientre, ni protegen los derechos de los bebés que nacen de dicha práctica. En Coahuila se prohíbe expresamente”, agrega.

De esta manera, la necesidad de procrear en familias infértiles nacionales y extranjeras, así como los nuevos procedimientos científicos, han dado pie a la generación de fenómenos novedosos como lo es la maternidad subrogada, lo que abre la puerta a un nuevo debate sobre la necesidad de una adecuada legislación en la que el Congreso de la Unión asuma su responsabilidad.