México rinde homenaje a David Bowie

Bowie solo dio un concierto en México. Fue en octubre de 1997, con éxito total

Masha Zepeda
Columnas
David Bowie
Foto: Brandon Carson/Creative Commons

La muerte del gran músico y talentoso artista británico tomó por sorpresa a miles de seguidores por todo el mundo: la partida del camaleón del rock provocó una profunda tristeza entre el gran público, siendo su partida una de las más sentidas e inesperadas a nivel mundial: el cáncer se lo llevó cuando cumplía 69 años.

Al momento de su partida había grabado ya el que sería su último álbum, Blackstar, tan innovador y vanguardista como lo fue el conjunto de su trabajo y que nos deja un sabor de boca lleno de admiración, al mismo tiempo que el lamento por su temprana marcha es una constante.


Son increíbles las muestras de tristeza y solidaridad que en todo el orbe y de todas las generaciones provocó la noticia de su muerte, que fue para el gran público sumamente inesperada.

Bowie solo dio un concierto en México. Fue en octubre de 1997, con éxito total. Durante su estancia en la capital mexicana aprovechó para conocer las pirámides de Teotihuacán, los murales de Diego Rivera en el Palacio de Bellas Artes y la Casa Azul de Frida Kahlo. Cada una de estas visitas fueron registradas por el fotógrafo Fernando Aceves (quien se ha especializado en la fotografía roquera y en retratar a sus protagonistas), quien logró un material a color sumamente interesante, fresco y muy íntimo de David Bowie en nuestro país: un Bowie relajado, juguetón, guapo, admirado con lo que va conociendo y muy accesible.

Presencia


El entrañable material de esos momentos también pudo ser compartido a través de más actividades e imágenes entrañables. Asimismo, la muestra fue un momento culminante para el espectador, que pudo conocer el lado amable e inolvidable de David Bowie.

Tan fue una influyente lectura para otros estudiantes, que los homenajes en la ciudad capital no han faltado: el primero se llevó a cabo en el Centro Nacional de las Artes y el segundo en la Cineteca Nacional. En ambos la presencia de Bowie como actor fue destacada por medio de su filmografía, por lo que inolvidables películas como El hombre que vino de las estrellas (1976), El ansia, Furyo (ambas de 1983), Ziggy Stardust (1972), Laberinto (1986), Basquiat (1996), así como sesiones musicales de Space Oddity (1969), Outside (1995), Low (1977) y Blackstar (2016) pudieron disfrutarse en su honor.

De manera paralela se montó la muestra de Fernando Aceves intitulada El hombre que una vez cayó en México, integrada por 13 imágenes y que estará hasta el 30 de abril en la Cineteca Nacional.

La vida y obra de David Bowie seguirá entre nosotros asombrando a las nuevas generaciones y provocando tremendas nostalgias entre quienes tuvimos la fortuna de crecer al calor de su música e inventiva. Y es que uno se imaginaba que Bowie siempre estaría ahí, cambiando e innovando: una especie de presencia eterna y vital.