Cientos de miles de personas se manifestaron, es domingo 13 de marzo, en decenas de ciudades brasileñas para pedir la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en un contexto de profunda indignación por los escándalos de corrupción que afectan a políticos como el ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva.
Se trata de la quinta manifestación de protesta a nivel nacional desde que Rousseff asumió su segundo mandato, en enero de 2015, y los datos de participación a media jornada indicaban un notable repunte del número de manifestantes respecto al último acto, en diciembre.
En Río de Janeiro los manifestantes ocuparon las vías de la Avenida Atlántica –en las anteriores protestas el número de personas solo lograban ocupar una-, mientras