Si su hijo no señala con el dedo, no responde a la sonrisa, no lo ve a los ojos o no contesta a su nombre, es probable que tenga el Trastorno del Espectro Autista (TEA), condición que afecta alrededor de 94 mil 800 niños entre cero y cuatro años de edad, así como a 298 mil entre cinco y 19 años, de acuerdo a los resultados del primer estudio en México sobre la prevalencia de este padecimiento.
La directora general del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, María Elena Medina Mora, aseguró que esta condición dura toda la vida, sin embargo, si se detecta y trata a tiempo, se puede lograr la inclusión escolar de los menores.
El TEA, explicó, se caracteriza principalmente por las dificultades de reciprocidad social, en la comunicación y la presencia de conductas estereotipadas e intereses restringidos, aunque a temprana edad hay características que los familiares y especialistas deben tomar en cuenta para sospechar de su presencia.
La detección del TEA durante los primeros tres años de vida es fundamental para lograr la inclusión social y escolar de los menores, resaltó la especialista.
Asimismo, advirtió sobre la importancia de que los padres de familia detecten las señales de alarma sobre esta condición, en caso de que se presente en sus hijos.
Medina Mora detalló sobre la necesidad de sensibilizar al personal de salud para facilitar la transición en el sistema de atención de niños a adolescentes y adultos, a fin de que el servicio sea acorde con su edad.
En tanto, el representante de la Clínica Mexicana de Autismo, Carlos Marcín, expuso que el estudio sobre la prevalencia del TEA en México, se llevó a cabo en la ciudad de León, Guanajuato, donde la población objetivo fueron niños residentes de ocho años de edad, que asistieron a una escuela regular o de educación especial durante el ciclo escolar 2011-2012.
La investigación, añadió, fue financiada por la Asociación Autism Speaks y desarrollada por la Clínica Mexicana de Autismo de León. Se concluyó que de los 36 niños identificados con TEA, cuatro varones por cada niña padecen de este trastorno.
Carlos Marcín señaló que en el 89 por ciento de los casos, los padres de los menores notaron los primeros rasgos de autismo antes de los tres años, y 22 por ciento de infantes recibió el diagnóstico antes de cumplir esta edad.
Aunque, agregó, el 61 por ciento de los progenitores consultó a algún profesionista médico, el 78 por ciento de ellos tuvo el diagnóstico confirmatorio tres años después.
En este estudio también se identificó que el 33 por ciento presentó un funcionamiento intelectual dentro del rango promedio; el 69 por ciento, conductas desafiantes; el 44% problemas emocionales; el 28% tenía lenguaje fluido y, el 36 por ciento podía sostener una conversación simple, concluyó.
Finalmente, el integrante del equipo científico de Autism Speaks, Michael Rosanoff, recomendó crear campañas de sensibilización y concientización en este tema, así como mejorar la detección y capacitación de la sociedad y especialistas, para no pasar por alto esta condición.