Gobernabilidad: Entrevista con Miguel Ángel Osorio Chong

Diálogo para resolver las diferencias y firmeza para aplicar la ley son las principales herramientas de la actual administración federal

Ángel Hernández
Política
Miguel Ángel Osorio Chong
FOTO: Presidencia de la República

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, es categórico al afirmar que han quedado atrás los tiempos del desencuentro entre poderes o partidos políticos. Esa situación, recuerda, dejaba importantes políticas y reformas en la congeladora, mientras que “hoy dialogamos y construimos acuerdos permanente para que los grandes proyectos nacionales puedan concretarse, como sucedió con las reformas estructurales aprobadas en estos primeros años”.

En entrevista con Vértigo, hace énfasis en señalar que “la gobernabilidad es el cimiento que permite al país alcanzar sus metas en un clima de estabilidad y certeza, al ser la base del Estado de Derecho, de la convivencia y del desarrollo”, aunque precisa que en materia de gobernabilidad no hay rutas únicas e invariables.


“Nuevos desafíos se harán presentes y seguiremos afrontando contextos complejos. No solo en México, sino en todo el mundo, la política tiene un enorme reto: entregar resultados tangibles y recuperar la credibilidad de la ciudadanía”, precisa.

De lo contrario, advierte Osorio, el riesgo es que como en otros países “crezcan discursos vacíos que prometen soluciones falsas, discursos que buscan desestabilidad sin proponer; electoralmente atractivos, pero sin capacidad para enfrentar los grandes retos”.


El secretario de Gobernación asevera que México vive uno de los momentos más importantes en su historia en materia de justicia penal y resalta que más allá de lo inmediato o coyuntural “hoy nos ocupa consolidar el Estado de Derecho y acabar con la impunidad. Es decir, construir instituciones sólidas que garanticen una seguridad duradera, que alcance a futuras generaciones y no solo resuelva los problemas que afrontamos en este momento”.

Miguel Ángel Osorio destaca que la seguridad ha sido la otra gran labor que el actual gobierno ha tenido que emprender a fin de generar condiciones de desarrollo para el país.

No duda en afirmar que el actual gobierno seguirá apostando a la responsabilidad y al fortalecimiento de instituciones que verdaderamente entreguen resultados al ciudadano: que los mexicanos se sientan más seguros, que haya en los hechos acceso a una vida más próspera y que los derechos y libertades se garanticen en todo el territorio.

“Esa es la hoja de ruta: trabajo responsable y cercano para generar confianza, ofrecer certeza y dar continuidad al proyecto de nación que ha marcado el presiente”, recalca el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Crear condiciones de gobernabilidad

El responsable de la política interna del país resalta que la prioridad del gobierno federal ha sido el acuerdo y la principal herramienta el diálogo.

—A poco más de tres años de la actual administración, ¿qué balance puede hacer en materia de gobernabilidad y Estado de Derecho en el país?

—La gobernabilidad es el cimiento que permite a un país alcanzar sus metas en un clima de estabilidad y certeza; es la base del Estado de Derecho, de la convivencia democrática y del desarrollo. Por eso en 2012, cuando llegamos a este gobierno, asumimos el enorme reto de generar las condiciones de gobernabilidad para que el ambicioso proyecto de modernización que el presidente Enrique Peña Nieto planteó pudiera materializarse. Esto significaba superar las condiciones de ingobernabilidad y desacuerdo que por décadas habían estado presentes en nuestra democracia. A la Segob había que devolverle su papel como constructora consensos y estabilidad para cumplir los objetivos del Estado Mexicano, entendiendo que para impulsar un proyecto de nación trascendental no bastaban los esfuerzos ni las visiones unilaterales. Por ello nuestra prioridad ha sido el acuerdo y nuestra principal herramienta el diálogo.

Atrás han quedado, señala, “los tiempos del desencuentro entre poderes o partidos políticos que dejaban importantes políticas y reformas en la congeladora. Hoy dialogamos y construimos acuerdos permanentemente para que los grandes proyectos nacionales puedan concretarse como sucedió con las reformas estructurales aprobadas en estos primeros años. Y también nos hemos enfocado en generar un clima de mayor certidumbre y tranquilidad canalizando los conflictos por la vía institucional. Por ello constantemente hemos entablado diálogos con campesinos, con trabajadores, estudiantes y empresarios, pues la mejor gobernabilidad es aquella que no únicamente resuelve problemas, sino que actúa oportunamente pare evitar que surjan”.

Hoy, considera Miguel Ángel Osorio, “debemos acercándonos aún más al ciudadano de a pie, que no necesariamente se agrupa en organizaciones, para conocer sus problemas puntuales y entregarle resultados tangibles, pues la gobernabilidad también se construye desde abajo.

—La ambiciosa agenda de reformas que impulsó el gobierno del presidente Peña Nieto ha enfrentado resistencias; por ejemplo, la del magisterio disidente. ¿Qué papel ha jugado la Secretaría de Gobernación para garantizar la aplicación de estas reformas y que no queden en mera letra?

—Efectivamente, para impulsar la agenda de transformaciones de este gobierno no ha bastado con lograr los grandes acuerdos con otras fuerzas políticas, ha sido necesario también acompañar cada una de las reformas para generar las condiciones necesarias para su aplicación. Sin duda hemos enfrentado resistencias, puesto que rompimos inercias y tocamos intereses que por muchos años habían estado intactos. Frente a estas resistencias siempre hemos privilegiado el diálogo para resolver las diferencias pero, por supuesto, hemos aplicamos la ley con firmeza cuando se han violentado los derechos de los terceros y el orden constitucional.

Ese es, indica el titular de la Segob, “el Estado de Derecho por el que trabajamos todos los días: uno en que la ley se cumpla, los derechos de todos se respeten y las diferencias se canalicen siempre por las vías institucionales”.

Lucha conjunta

Al evaluar el día de hoy la situación del combate al crimen organizado respecto del inicio del actual gobierno, responde que no se debe olvidar de dónde venía el país antes de 2012: enfrentamientos diarios en lugares públicos, grupos armados en las carreteras y bloqueos constantes, falta de coordinación entre instituciones y gobiernos, que además únicamente privilegiaban el uso de la fuerza, lo que derivó en un aumento muy importante de los homicidios, los secuestros y las extorsiones.

Ante este panorama, Miguel Ángel Osorio afirma que la primera gran decisión que tomaron fue darle mayor peso a la coordinación y la corresponsabilidad, para afrontar en unidad el problema. “Hoy ninguna entidad está sola en la lucha contra el crimen. Apoyamos con decisión ahí donde se requiere, acudiendo constantemente a definir estrategias conjuntas. Es decir, hemos puesto la política al servicio de la seguridad”, asevera.

Insiste en que gracias a la coordinación, a la prevención y al uso de sistema de inteligencia diversas regiones han recuperado la tranquilidad y delitos como el secuestro, la extorsión y el robo se han reducido, además de que se han logrado importantes detenciones de criminales que incluso buscaban otros países.

No obstante, reconoce que persisten retos en algunas entidades como Guerrero y Tamaulipas donde hay problemas muy focalizados, por lo que se despliega un gran esfuerzo para recuperar la tranquilidad.

Por otro lado, y para atender el aumento de homicidios que se presentó durante 2015 en ciertos puntos del país, anuncia que en breve presentarán un replanteamiento operativo de la estrategia; esto es: se focalizará la presencia federal ahí donde se requiere y se dará pie a las instituciones locales donde se hayan consolidado para poco a poco devolver las tareas de seguridad a las autoridades civiles.

Respaldo sin politización

Osorio destaca la coordinación institucional en el combate a la delincuencia. “Hemos hecho un cambio de 180 grados. Donde antes había desconfianza ente órdenes de gobierno, hoy hay coordinación y trabajo conjunto. Donde antes había acciones aisladas, hoy existe una estrategia articulada, intercambio de información entre dependencias y un seguimiento permanente”.

Insiste en que el gobierno federal respalda, sin politizar, a todas las entidades, en la comprensión que en cada una de ellas hay retos específicos, pero a la vez entendiendo que el crimen no respeta fronteras y, por lo mismo, la mejor forma de hacerle frente es mediante el trabajo en unidad.

El titular de la Segob refiere que cuando él fue gobernador del estado de Hidalgo (2005-2011) se enfrentó el peor momento de seguridad en el país, por lo que puede afirmar de primera mano la importancia de que el gobierno federal apoye y respalde en esta labor que exige el esfuerzo conjunto de todos.

De ahí que mes a mes visite las entidades, sostenga reuniones regionales con los gobernadores, se revisen avances y se tomen decisiones en equipo. “El resultado es una estrategia más precisa, que además está dando resultados”, recalca.

—Usted ha destacado la importancia de contar con instituciones más sólidas en materia de seguridad. ¿Cuáles acciones y programas destaca particularmente del trabajo realizado en el presente gobierno para hacer más eficaces las instituciones relacionadas con este tema?

—En efecto, más allá de lo inmediato o coyuntural, lo que hoy nos ocupa es consolidar el Estado de Derecho y acabar con la impunidad. Es decir, construir instituciones sólidas que garanticen una seguridad duradera, que alcance a futuras generaciones y no solo resuelva los problemas que afrontamos en este momento. Por ello la reforma de las corporaciones policiacas es una prioridad. El modelo en el que el gobierno federal acude en rescate de los estados resulta insuficiente para revertir de manera permanente el clima de inseguridad: hoy lo que hace falta es contar con 32 corporaciones estatales sólidas y confiables que garanticen la seguridad de las entidades y permitan al gobierno federal enfocarse ahí donde más se requiere.

Osorio Chong recuerda que el presidente Peña Nieto envió al Congreso de la Unión una iniciativa en materia de Mando Único que será uno de los temas centrales del periodo extraordinario de sesiones, que podría ser convocado después de las elecciones del 5 de junio e inicialmente se prevé se realice del 13 al 17 del próximo mes.

“Existen diversas propuestas; el Senado ha ido avanzando hacia un modelo mixto con un esquema de certificación, lo que implica que institución que no cumpla los criterios de evaluación será desaparecida para que las labores de seguridad las absorba la policía estatal”, añade.

Insiste en que las policías municipales deben regresar a su esencia: a enfocarse a tareas de prevención y aplicación de bandos de buen gobierno.

Justicia

—Otro tema importante en materia de seguridad y justicia es la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal en junio ¿Cuál es la trascendencia para la gobernabilidad, en particular, y para el país en general de este nuevo sistema de justicia?

—México vive uno de los momentos más importantes en su historia en materia de justicia penal. Estamos por concretar, en tiempo y forma, la transición hacia un sistema que permitirá cumplir con una de las demandas más sentidas de la sociedad: acceder a una justicia eficaz, transparente, cercana y expedita que garantice los derechos de víctimas e imputados. Pero además se trata de un sistema que revoluciona la manera de procurar, administrar e impartir justicia en nuestro país. Porque estamos acostumbrados a creer que un juicio exitoso es el que termina siempre, por cualquier causa, con alguien en la cárcel. Y este modelo rompe con ello.

El titular de Gobernación es tajante al señalar que lo ideal es castigar al culpable, pero a la vez que se respete a la víctima y que existan los mecanismos para que en delitos menores ambas partes puedan llegar a acuerdos que eviten pasar por un proceso penal largo y costoso, lo que permitirá fortalecer el tejido social de las comunidades y, sin duda, será clave para terminar con ciclos que generan más violencia.

“Estamos a unos días de llegar a la primera meta, que era el 18 de junio (cuando entrará en vigencia en 100% en todo el país el nuevo sistema penal), pero ese es solo el primer paso; ahora entramos en una nueva etapa: de seguimiento, evaluación y consolidación”, señala.

Y resalta que se continuará emprendiendo un amplio programa de capacitación para policías, jueces y abogados. Y, sobre todo, “seguiremos apoyando a las entidades federativas en su plena implementación, porque más allá de cumplir formalismos se trata de que se cumpla a las y los mexicanos”.

—¿Cuáles son las perspectivas que tiene el gobierno federal acerca de la calidad y eficiencia del nuevo paradigma de justicia que recibirán los mexicanos?

—Es importante destacar que más allá de que el 18 de junio se cumpla el plazo, existen entidades donde el sistema ya está operando; en algunas de ellas, lo ha venido haciendo por meses o incluso años. Y ahí están los resultados: los plazos de los procesos están pasando de meses a días. Los costos, tanto para las familias como para el Estado, se están reduciendo en proporciones muy significativas. Y se está evitando la prisión preventiva en casos que no lo amerita, con lo que además reducimos la reincidencia en los delitos.

Osorio Chong explica que anteriormente un proceso penal tardaba en resolverse de 170 a 185 días en promedio. A través de los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, hoy tardan en las entidades que ya tienen el nuevo sistema un promedio de 30 días.

Puntualiza que este cambio de paradigma va más allá de la justicia penal, puesto que también se está pensando en la justicia cotidiana; es decir, en crear una justicia civil, mercantil y laboral más ágil y accesible en todo el país.

Por ello, añade, el presidente Peña Nieto ha propuesto al Congreso de la Unión crear un Sistema Nacional de Impartición de Justicia, un Código Nacional de Procedimientos Civiles, llevar la justicia oral al ámbito mercantil, crear una justicia laboral independiente y generar mecanismos alternativos para resolver conflictos.

“Insisto: es un proceso que llevará tiempo y que más allá del 18 de junio se irá perfeccionando. Este cambio de paradigma, como tú bien lo llamas, implica también un cambio cultural en los mexicanos que, como ha sucedido en otros países de Latinoamérica, requerirá de enormes esfuerzos y puede tomar algunos años”, explica.

Mujeres

—La violencia contra las mujeres es otro tema sensible para la ciudadanía. ¿Qué importancia le dan en materia de seguridad y justicia y que acciones ha emprendido para garantizar una vida libre de violencia para las mujeres?

—Este es un tema que particularmente me importa y que ocupa gran parte de mi agenda.

La violencia contra las mujeres es simplemente inaceptable. Hay que decirlo con todas sus letras: se trata de un acto cobarde que no solo afecta a sus víctimas, sino a toda la sociedad, porque ahí inician muchos de los problemas de violencia que enfrentamos. Por eso es necesario ir más allá de discursos y condenas a acciones concretas. Durante estos tres años hemos tomado acciones muy importantes. Por ejemplo, se emitió por primera vez en la historia la Alerta de Género para aquellas entidades con mayores problemas de violencia contra la mujer. Yo personalmente he acudido a las reuniones de este sistema para dar seguimiento a las acciones que se toman en la materia.

Miguel Ángel Osorio menciona las políticas que se han impulsado para acercar la seguridad y la justicia a las mujeres, como la línea 01800 Háblalo, donde pueden recibir atención especializada, o los Centros de Justicia para la Mujer que se busca que haya, por lo menos, uno por estado.

De igual forma, en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), implementaron el programa Ciudades Seguras para las Mujeres, con el que acuden a las colonias más peligrosas a conocer de primera mano y resolver los principales problemas de seguridad que ahí enfrentan.

“Se requiere, finalmente, un cambio cultural para entender que la violencia contra la mujer no es algo aceptable o normal. Por eso hemos hecho muchos esfuerzos para impulsar campañas que incluyan no solo a las mujeres, sino también a los hombres, ya que en buena medida en nosotros recae garantizar una vida libre de violencia para las mujeres”.

—Usted impulsó los foros nacionales sobre —entre otros temas— la despenalización del uso medicinal de la marihuana. A partir de esos análisis y debates, ¿cuál es su visión y propuesta sobre este tema, como secretario de Gobernación? ¿Cuál es la expectativa del gobierno sobre las discusiones que quedaron pendiente en el Senado respecto de la iniciativa de ley enviada por el Ejecutivo recientemente?

—Nuestro país se encuentra ante un momento de definición sobre cuál debe ser el camino que debemos seguir con respecto del uso de la marihuana. Los cinco foros nacionales fueron un ejercicio inédito que da muestra de la vitalidad de nuestra democracia. En ese marco, participaron académicos, organizaciones civiles, funcionarios y especialistas nacionales e internacionales. De estos foros surgieron muchas coincidencias, una de ellas, la despenalización del uso medicinal.

Por ello, agrega, “el presidente de la República, sensible a los consensos, decidió hacer llegar al Legislativo esa propuesta de ley. No tengo duda de que en el Congreso se dará un debate de altura sobre al tema y se lograrán los acuerdos necesarios para aprobar esta legislación”.

El secretario de Gobernación recalca que lo más importante es “que abordemos la política de drogas desde una visión integral, es decir, desde una perspectiva de salud pública y de prevención que no criminalice a los consumidores”.

Asimismo, dice confiar en que se haga pronto, “porque cada día que pasa es uno más en el que hay personas inocentes que están purgando condenas innecesarias. Cada día que pasa, es uno más que enfermos que requieren medicamentos derivados de esta sustancia no tienen acceso a ellos”.

—Para el periodo que resta del actual gobierno, ¿cuál es el contexto y los desafíos que ve para la gobernabilidad? ¿Qué papel tiene que jugar la política para recuperar la confianza ciudadana y generar condiciones de estabilidad?

—En materia de gobernabilidad no hay rutas únicas e invariables. Nuevos desafíos se harán presentes y seguiremos afrontando contextos complejos. No solo en México, sino en todo el mundo, la política tiene un enorme reto: entregar resultados tangibles y recuperar la credibilidad de la ciudadanía. De lo contrario, el riesgo es que, como en otros países, crezcan discursos vacíos que prometen soluciones falsas, discursos que buscan desestabilizar sin proponer; electoralmente atractivos, pero sin capacidad para enfrentar los grandes retos. Entendemos ese riesgo.

Por eso, indica Osorio, “entendemos que se requerirá mucho trabajo para redignificar la política; una política sustentada en la integridad, la ética y sobre todo en los resultados. Seguiremos apostando a la responsabilidad y al fortalecimiento de instituciones que verdaderamente entreguen resultados al ciudadano: que las y los mexicanos se sientan más seguros, que haya en los hechos acceso a una vida más próspera y que los derechos y libertades se garanticen en todo el territorio.

Esa es, reafirma, “la hoja de ruta: trabajo responsable y cercano para generar confianza, ofrecer certeza y dar continuidad al proyecto de nación que ha marcado el presidente de la República”.