Sistema de edición del genoma, nuevo avance científico

En México ya existen grupos de investigadores que utilizan CRISPR-Cas9

Lorena Ríos
Todo menos politica
Genomica
Foto: Sergey Nivens

La biología molecular vive una revolución sin precedentes gracias a un sistema de edición del genoma: en la actualidad los científicos de todo el mundo tienen a su disposición una técnica para cortar y pegar pedazos del ADN, una metodología aprendida del mecanismo de defensa de las bacterias.

Este avance “es extremadamente eficiente, económico y versátil, cuando antes había sido difícil, complejo e ineficiente; la posibilidad que nos da esta nueva tecnología de edición basada en la proteína Cas9 y el sistema CRISPR (siglas en inglés de Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Interespaciadas) es hacer investigación casi 100 veces más rápida y precisa”, dijo Xavier Soberón Mainero, director general del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen).

Obra de las investigadoras Emmanuelle Charpentier, del Instituto Max Planck, en Alemania, y Jennifer Doudna, de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, esta técnica abre un panorama nuevo: “El cambio es cualitativo; lo que antes no, ahora sí; comenzó a regarse como pólvora por todo el mundo; los laboratorios que ya trabajaban con genes en organismos vieron la posibilidad de generar cosas nuevas más rápido”.

En este sentido México no es excepción, puesto que se tienen laboratorios con experimentos o que están empezando a incorporar esta técnica, como en el Inmegen, donde al menos tres grupos de investigación ya la utilizan, de acuerdo con Soberón, quien anotó que la investigación básica tendrá enorme crecimiento en la próxima década, sobre todo para los grupos que trabajan con organismos modelo como rata, pez cebra o mosca.

Otra área que crecerá desde el punto de vista científico, prevé el investigador, es la de células humanas en cultivo, pero hay cientos o miles de células humanas derivadas de diferentes experimentos que se cultivan y que se pueden utilizar para diferentes análisis, como las células cancerosas, candidatas de estudio con este sistema.

“Lo más interesante para el público será el tema de la modificación de células humanas. En México no conozco a ningún grupo que esté en condición de hacer una modificación de células humanas para ser usadas en tratamientos o aspectos reproductivos, dos de las grandes discusiones hoy en día”, destacó.

Sobre la aplicación de este sistema de edición directamente en protocolos clínicos o en la modificación del linaje humano, opinó que en el aspecto reproductivo hay más implicaciones bioéticas y, por tanto, la recomendación de la Cumbre Internacional en Edición Genética Humana, realizada en diciembre de 2015 en Washington, fue que no se hagan modificaciones con fines reproductivos.

Soberón Mainero consideró que el sector que se va a revitalizar con CRISPR-Cas9 al usar esta tecnología es el de la industria agronómica para la producción de transgénicos, ya que uno de los argumentos en contra de estos productos es que la metodología utilizada es imprecisa, “y ese razonamiento ya no está en la mesa”.

Ahora, por ejemplo, se le podrán transferir a una planta características particulares de una estirpe que tiene resistencia a la sequía y no sería, aseguró, un transgénico en el sentido estricto: sería un gen de la misma planta que se ha seleccionado en otro contexto, simplemente se transferirá más rápido, no será un gen exógeno, será de la misma especie.