Al menos 350 mil personas participaron en una marcha contra el sistema de seguro social, basado en las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), la que se realizó por el centro histórico de la capital chilena.
Pese a que la militarizada policía de Carabineros estimó que participaron unas 80 mil personas, los organizadores y varios medios calcularon que asistieron al menos 350 mil manifestantes, en una de las mayores protestas callejeras de los últimos diez años en Santiago.
La actividad, convocada por el movimiento ciudadano “No + AFP”, tuvo un carácter familiar y concluyó sin incidentes, los que fueron evitados por los propios participantes cuando un grupo de encapuchados intentó realizar actos vandálicos.
Los organizadores indicaron que la marcha se replicó en al menos 250 comunas de Chile y que más de un millón 300 mil personas se dieron cita en localidades, ciudades y capitales regionales para exigirle al gobierno un cambio en el sistema de jubilación.
El vocero del movimiento, Luis Mesina, dijo que espera que el gobierno chileno “se abra al diálogo con los ciudadanos y no con los dueños de la AFP”, entidades que manejan unos 167 mil 836 millones de dólares que los trabajadores han ahorrado para su jubilación.
Precisó que las propuestas de perfeccionamiento del sistema de jubilación planteadas por el gobierno “no nos convencen, no nos gustan, son más de lo mismo, no resuelven el problema de fondo”, que son las bajas pensiones que entrega el sistema a los jubilados.
Los jubilados del sistema de AFP suman un millón 188 mil personas, quienes reciben una pensión mensual promedio de 220 mil pesos chilenos, equivalente a unos 336 dólares, cuando el salario mínimo es de 257 mil 500 pesos, unos 393 dólares.
Mesina convocó a un paro nacional para el 4 de noviembre próximo para presionar al Ejecutivo respecto a que realice cambios a la propuesta que busca perfeccionar el sistema impuesto por la dictadura militar (1973-1990) en 1981.
Tras la primera marcha nacional contra el sistema de AFP, realizada el 24 de julio pasado y a la cual asistieron más de 90 mil personas en Santiago, la presidenta Michelle Bachelet anunció una serie de medidas para mejorar el sistema.