Terapia asistida por animales

Ofrece una variedad de beneficios físicos, emocionales, sociales y sicológicos

Lorena Ríos
Todo menos politica
terapia con animales
Foto: Jesus García

La regulación del ritmo cardiaco y de la respiración, el fomento del movimiento, la mejora del balance y la postura, así como el fortalecimiento de la coordinación ojo-mano, son algunos de los beneficios que brinda la terapia asistida por animales.

Así lo señaló Shira Smilovici Casares, sicóloga egresada de la Universidad Iberoamericana (UIA), quien precisó que la terapia asistida por animales ofrece una variedad de beneficios físicos, emocionales, sociales y sicológicos, y puede darse con la ayuda de perros (la modalidad más común en México), gatos, caballos, delfines, animales de granja, conejos, aves y elefantes, según la ubicación geográfica del paciente y de sus posibilidades económicas.

Entre los beneficios emocionales de la terapia asistida por perros apuntó que ayuda a combatir la depresión, impulsa la independencia del paciente, quien se ve incitado a moverse a distintos lugares con el perro, mejora la autoestima y ayuda a expresar las emociones.

Además de ello, la terapia con perros facilita la toma de decisiones, fomenta la asociación libre, mejora la tolerancia a la frustración y reduce los niveles de ansiedad.

La participación de un perro entrenado en un espacio terapéutico, dijo Smilovici, hace que la relación entre el paciente y el terapeuta se vuelva más fluida, ya que este animal funciona como un “lubricante social” que tiende un puente entre ambas partes.

Además de funcionar como un objeto transicional y como figura de apego, en el caso de la terapia con adolescentes, comúnmente los pacientes más difíciles, los perros se vuelven confidentes, mientras que en los pacientes adultos sin hijos son un vehículo que les permite darse cuenta de la responsabilidad de ser padres y saber si están listos para ese paso, indicó la egresada de la UIA.

Smilovici subrayó que debido a la cercanía que puede desarrollarse entre el paciente y el animal terapéutico, es necesario preparar a la persona para el reemplazo o muerte de su coterapeuta.

Fundado en septiembre de 2014, Somos uno más: programa de inclusión educativa y social para jóvenes con discapacidad intelectual, es una iniciativa enfocada en que el alumnado participante desarrollando las habilidades y fortalezas necesarias para lograr la mayor autonomía posible.

El programa cuenta actualmente con 15 alumnos de entre 18 y 26 años, quienes reciben la atención de cuatro facilitadores, así como del apoyo de voluntarios y alumnos de servicio social. Los alumnos y alumnas inscritas en el programa mantienen una estancia de tres a cuatro años en esta casa de estudios.