Al menos 40 personas murieron y casi 100 resultaron heridas luego de registrarse cuatro ataques con bombas y armas en tres ciudades distintas de Pakistán, informaron las autoridades.
Un coche bomba estalló cerca de la oficina del jefe policial en Quetta, en el sur de Pakistán, causando la muerte de doce personas y heridas a otras 20, informaron funcionarios. Distintos grupos se atribuyeron este atentado.
Horas después, dos explosiones con minutos de diferencia en un mercado en Parachinar, la ciudad principal de la región tribal de Kurram, mataron a 24 personas, casi todas de la minoría chií, de acuerdo con el administrador de gobierno Zahid Hussain.
El viernes por la noche, hombres armados en la ciudad portuaria de Karachi atacaron a policías en un restaurante y mataron a cuatro antes de huir, según el agente policial Asif Ahmed.
Los ataques se produjeron días antes de la festividad de Eid-al-Fitr, con la cual concluye el mes santo del Ramadán.
Escenas de la televisión mostraron autos destrozados y una calle regada de vidrios rotos.
Horas después de los ataque, Jamaat-ul-Ahrar, una fracción disidente del Talibán paquistaní, se declaró responsable, al igual que el grupo terrorista Estado Islámico