Ante la problemática relacionada con el tratamiento de agua y abastecimiento sustentable para su uso en distintas zonas de la Ciudad de México, la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) apoya un proyecto para aplicar tecnología solar fotoquímica que logra la degradación de contaminantes en agua de lluvia y permite obtener la calidad requerida del líquido.
El proyecto denominado “Abastecimiento de agua tratada in situ mediante procesos solares fotocatalíticos en escuelas primarias de la Delegación Iztapalapa, en granjas urbanas para la cosecha de peces en la Delegación Cuajimalpa, y en inmuebles residenciales sustentables de la Delegación Benito Juárez”, cuenta con el apoyo económico de tres millones, 280 mil 200 pesos por parte de la Seciti.
Bernardino Rosas Flores, director de Desarrollo Científico y Tecnológico, de la Seciti, señaló que se trata de aplicar y transferir una tecnología que utiliza los rayos ultravioleta de la energía solar para activar un reactor fotocatalítico para la depuración de agua pluvial, según las condiciones y requerimientos de los tres diferentes casos de estudio.
Explicó que en el caso de la aplicación en una escuela de la Delegación Iztapalapa hay una realidad, pues en algunos planteles educativos los padres de familia deben recoger a sus hijos en el lapso que se les asigna para recreo, y cubrir sus necesidades sanitarias en sus propios hogares, ya que no hay suministro de agua para obtener ese servicio en la escuela.
Los responsables del proyecto, los doctores Rafael Almanza Salgado y Fabiola Méndez Arriaga, investigadores del Instituto de Ingeniería de la UNAM, sostuvieron pláticas con los directivos de una escuela primaria en la citada demarcación, en la que se instaló un sistema básico de recolección de agua de lluvia y su posterior tratamiento solar fotocatalítico.
Para el uso intensivo de agua en los estanques de cultivo y venta de peces en granjas urbanas de la Delegación Cuajimalpa, cabe señalar que se acercaron a los desarrolladores del proyecto los productores de pueblos originarios de esa demarcación, a quienes les expusieron su preocupación por no contar con sistemas de control de calidad del agua que “cosechan” de la lluvia, lo que provoca la muerte de peces, particularmente por el uso de las primeras aguas de lluvia que colectan.
Este tipo de procesos productivos en comunidades originarias de la Ciudad de México tiene un uso intensivo de agua para los estanques y piscinas en los que la calidad del líquido requiere ser controlada y monitoreada, por lo que se analizó y aceptó la conveniencia de instalar el reactor fotocatalítico.