Con una formidable carrera periodística, Jaime Avilés (1954-2017) cultivó en el género de la crónica. Nació en 1954 en la Ciudad de México, además de incursionar en el mundo periodístico, también fue dramaturgo y narrador, así como activista político, marinero, actor de carpa y criador de conejos, señala la Enciclopedia de Literatura en México.
Su papel como reportero de asuntos políticos y culturales lo llevó a ser corresponsal de guerra en Nicaragua en 1979 y cubrir la invasión militar estadunidense en la isla caribeña de Granada en 1983.
De acuerdo con información del semanario Polemón, del que fue director general, en 1994 cubrió el levantamiento zapatista, razón por la que fue de los pocos que conoció sus verdaderas entrañas y de lo que se desprende su libro Marcos e l’insurrezione zapatista (1997), en el que trabajó junto al periodista italiano Gianni Minà.
Publicó los títulos: La rebelión de los maniquíes (1991), Nosotros estamos muertos (2001), Adiós cara de trapo (2006) y Los manicomios del poder, del cual una de las historias que incluye resultó finalista en el primer Premio Debate de Libro Reportaje 2007.