Apuesta el Vaticano a sumarse a Comité Olímpico Internacional

Ya ha sido invitado especial en PyeongChang 2018 y Río 2016

Redacción
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COI Vaticano
Foto: Notimex

Ciudad del Vaticano, 21 Feb. Aunque no cuenta con atletas profesionales ni estructuras burocráticas deportivas, el Vaticano está cada vez más cerca del Comité Olímpico Internacional (COI) y apuesta a sumarse a ese organismo desde su lugar de autoridad moral.

Hace unos días una delegación vaticana participó en la apertura de las olimpiadas invernales de PyeongChang, Corea del Sur, con una invitación oficial. Un gesto que causó sorpresa y simpatía entre los dirigentes del máximo órgano del deporte mundial.

“Nosotros estuvimos allí como observadores, como su nombre lo indica. Observando y tomando nota, es el primer contacto oficial y por lo tanto no habría sido prudente exponerse más”, aseguró Melchor Sánchez de Toca, jefe de la delegación.

El subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura destacó la importancia de vivir, desde adentro, la reunión del movimiento olímpico y establecer contactos personales. “Me han visto no sólo como el representante de la Santa Sede, algunos de ellos se me acercaron como sacerdote. Es la primera vez que ocurre, una presencia como la nuestra no se había visto antes”, afirmó.

También pudo asistir, como testigo privilegiado, al acercamiento entre las dos Coreas gracias a la diplomacia del frío. Evocó el discurso del presidente del COI, Thomas Bach, en el cual aclaró que el deporte no puede crear la paz pero tiene la capacidad de ofrecer pequeños signos que preparen el camino.

“Merecía la pena intentarlo, recuerdo la emoción que sentimos todos cuando entró la delegación de Corea, cerrando el desfile, marchando bajo la bandera de la Corea unificada. Un pueblo muy reservado en la expresión de sus sentimientos se desató con los aplausos y la emoción”, sostuvo.

Sánchez de Toca expresó que hay cierta sensibilidad en el mundo del deporte hacia una dimensión espiritual que complete los valores y los ideales del movimiento olímpico. “Es claro que no estamos ahí para competir. Algunos preguntan cuándo habrá una bandera vaticana en el desfile de atletas, yo creo que nunca. Sin embargo, pienso que esta relación debe crecer y el sentido es que existe un intercambio recíproco que puede ser muy provechoso para las dos partes”, precisó.

Explicó que para participar oficialmente del COI se requiere crear un comité olímpico nacional, pero subrayó que sería técnicamente imposible crear uno en la Ciudad del Vaticano por no tratarse de país sino de una forma jurídica sui generis creada como solución al problema de las relaciones entre Italia y la Santa Sede.

Pero ello, aclaró, no impide buscar alternativas como, por ejemplo, el establecimiento de una oficina de relación permanente.

“La evolución natural de nuestra presencia en los Juegos es la creación de una relación estable, que se puede formalizar entre la Santa Sede y el Comité Olímpico Internacional, que ya tiene un representante permanente en las Naciones Unidas”, ilustró.