Ciudad de México, México, 26 de abril. Alberto Estrella es un actor sin inhibiciones: lo mismo hace un feroz villano en una telenovela que un padrotito de barrio que un hilarante asesino a sueldo. Y ahí está su creación en la obra de teatro Pic-nic para probarlo. Y también es un poeta descarado que no se inhibe al desafiar las reglas literarias para crear impacto espiritual y belleza formal y suscitar un compromiso del receptor de total aceptación o total rechazo.
No se anda con medias tintas: o te dejas poseer por su poesía que sorprende con deslumbrantes descubrimientos poéticos cuando dice: Del sol brillante, trino de la alondra, o te quedas fuera. Para lograrlo no se inhibe al usar el hipérbaton, que es un recurso poético que desafía abiertamente las normas. Y ahí está Sor Juana y su Primero sueño para comprobarlo.
Además acude a la cárcel poética más severa: el soneto. En ese juego espartano de escribir sonetos impecablemente rimados, pero con el atrevimiento constante de usar el hipérbaton como cómplice y compañero de viaje. Y ese uso descarado de trastocar el orden lógico de las palabras para convertirlas en sangre y carne poéticas, además, implica la voz del que los dice.
Esto es, de un actor que se involucre en el reto de leer a viva voz esos textos en los que se reúnen el oficio del actor y la labor del poeta. Una voz que pueda aprovechar el desafío al orden gramatical tradicional. Aquí se trata de absolutos y a la fregada las medias tintas.
Es el poeta que canta al amor y al desamor. Corceles desbocados. Volcanes de palabras encendidas. Sus sonetos son como alaridos. Y el lector debe decidir si los adora o los aborrece. Usted decide” – (escrito del maestro Miguel Sabido)
Para Alberto Estrella “La imaginación es un mundo maravilloso en donde uno puede crear, pero muchas veces esa creación se queda en las imágenes unicamente, por eso hay algo que yo llamo imaginacción, la acción al servicio de la mente y de pronto pueden ocurrir cosas maravillosas, cosas que uno deseaba ardientemente y que por una serie de coincidencias o de condiciones adecuadas nace ese milagro, ese milagro se llama Nada es para siempre (Seña poética de Amor y Desamor), estos sonetos que me da tanto placer poder presentarles.
Quiero agradecer a Miguel Sabido por prologar y por ayudarme en la corrección de los mismos, y por supuesto a Emergente, esta asociación civil que con tacto, con su sensibilidad me convencieron a que publicara a través de la editorial Trópico de Escorpio.
Muchas gracias a la vida, estoy muy complacido de poder, por fin publicar parte de mi sentir, de mi pensamiento, de mi imaginación y de mi imaginacción. Gracias.
Nada es para siempre (Seña poética de Amor y Desamor). Sonetos de Alberto Estrella, también contiene hermosas fotografías de Gabriela Alarcón, imagenes que acompañan el sentir del autor.