Teatro de la Danza lleva ya el nombre de “Guillermina Bravo”

La coreógrafa es un pilar de la danza en México y el mundo

Redacción
Todo menos politica
Teatro de la Danza Guillermina Bravo
Foto: Secretaría de Cultura

México, 13 Jun.- En homenaje a su destacada trayectoria y como un tributo por su contribución a la cultura, el Teatro de la Danza lleva ya el nombre de “Guillermina Bravo”.

Videos sobre la figura emblemática de Guillermina Bravo (1920-2013), sobre todo como coreógrafa, se presentaron en el acto protocolario ante la presencia de Lidia Camacho, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, y de Lucio Sánchez Bravo, hijo de la creadora en danza.


La fuerte lluvia que se registró en la Ciudad de México no fue impedimento para que invitados y familiares de la coreógrafa asistieran y fueran testigos del ahora nombrado Teatro de la Danza “Guillermina Bravo”.

Camacho expresó que Guillermina Bravo fue pilar fundamental de la consolidación y desarrollo de la danza moderna, contemporánea y profesional de México.

La funcionaria cultural -quien agradeció la presencia de figuras como Claudia y Lucio Sanchez Bravo, hijos de Guillermina Bravo, así como figuras de la danza como Gladiola Orozco, Roxana Filomarino, y el coordinador nacional de Danza, Cuauhtémoc Nájera- recordó que la trayectoria de Guillermina Bravo fue siempre consistente desde su juventud.

Guillermina Bravo fue también generosa para impulsar y colaborar con los procesos de creación con sus exponentes más destacados de otras disciplinas.

“Esto es importante mencionarlo porque Guillermina, que pudo asociar su trabajo con otras artes como la literatura, artes plásticas, escenografía y música, contribuyó sin duda a enriquecer sustancialmente la escena artística nacional de varias décadas”, apuntó Camacho.

Por su parte Lucio Sánchez Bravo, hijo de Guillermina, expresó que le gusta la idea de que el Teatro de la Danza lleve el nombre, pero para aquellas personas que vayan al teatro y se pregunten quién fue su madre la respuesta deberían encontrarla en una plataforma digital elaborada por especialistas que muestren sus coreografías restauradas, programas de manos, fotografías y entrevistas.

Apuntó que su madre le comentaba que no deberían de aparecer puras danzas, sino hacer una combinación de estas con entrevistas.

La Escuela Nacional de Danza fue testigo de los pasos iniciales de esta bailarina y coreógrafa veracruzana. Ahí realizó sus primeros estudios de danza clásica, moderna y vernácula.

Bravo se apasionó por la danza. Su inquietud y su perseverancia se impusieron. Emprendió una formación autodidacta como coreógrafa, hasta que más adelante creó con Ana Mérida un grupo de danza moderna bajo el nombre de Ballet Waldeen.