Megalópolis necesita políticas de Estado a largo plazo

Importante que la ciencia y tecnología participen: CESOP

Norberto Vázquez
Nacional
Megalópolis
Foto: Cuarto Oscuro.

Ciudad de México, 27 de septiembre. Ante la grave situación ambiental que padecen áreas metropolitanas de las grandes ciudades de México, es necesario crear políticas de Estado a largo plazo, con una visión estratégica y de administración que no dañen el entorno, sostuvieron funcionarios, Investigadores y académicos durante el segundo día del Cuarto Coloquio Internacional Megalópolis y Medio Ambiente.

En el evento, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), Hugo Javier Buenrostro, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) resaltó que el aumento de la población en las ciudades ha modificado drásticamente el entorno, por lo que se requiere un trabajo de planificación y administración transdisciplinarios.


En su conferencia magistral “Las ciudades y el cambio climático. Ciudades resilientes”, el investigador afirmó: “no podemos estar sólo en economía, administración o finanzas, tenemos que acercarnos a institutos y estudios, a fin de que las políticas públicas que se generen tengan una verdadera base”.

Actualmente las megalópolis enfrentan retos de planificación y administración a largo plazo, con una visión estratégica de cinco, 10 o 15 años, que requiere ser evaluada para atender no sólo fenómenos naturales sino los creados por la humanidad.


La situación de las ciudades no se va a detener, explicó, estudios platean que si quisiéramos resolver los problemas del planeta tendríamos que detener la producción durante 200 años ¿quién de nosotros aceptaría regresar a la época de las cavernas para que el mundo se recupere? Por ello, tenemos que buscar una estrategia sin afectar el entorno y el medio ambiente.

“Debemos tener claro que la humanidad se cruzó en el camino de la naturaleza y eso es lo que provoca las situaciones que actualmente vivimos; por ejemplo, la alineación de edificios genera túneles de viento locales que lo modifican y genera estancamientos del smog, provocando islas de calor y microclimas y, con ello, lluvias, inundaciones y tráfico”, explicó.

Ante esta situación, se requieren enfoques multi e intra-transdisciplinarios para encontrar soluciones de manera conjunta que permitan llegar a la sustentabilidad. La resiliencia debe ser flexible y capaz de funcionar en escenarios pronosticados e inesperados, a fin de desarrollar marcos legales, políticos y económicos que mejoren nuestra capacidad de adaptación.

En el panel “Políticas y programas ambientales en las urbes”, Leticia Mejía Hernández, subprocuradora Ambiental, de Protección y Bienestar a los Animales de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México, destacó que en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se generan más de 31 mil toneladas al año de PM10, una de las partículas más peligrosas para la salud.

La autoridad tiene la obligación de garantizar a los ciudadanos un ambiente sano, por lo que las medidas que se implementen en las ciudades deben integrarse con otras para que los beneficios sean completos.