Anuario 2018: OTRO MÉXICO, OTRO MUNDO

 Anuario 2018

Redacción
Política
Foto: Especial
Foto: Especial

A lo largo de 2018 escuchamos una irónica paradoja que intentaba resumir las conmociones que vivíamos día a día: “El futuro ya no es como solía ser”. Semana tras semana constatábamos cómo el asombro y la incertidumbre ante los eventos que se sucedían derrumbaban toda lógica y racionalidad. Y así todo análisis concluía con una frase que sonaba a contraseña de estos tiempos intensos: “No puede ser, no es posible…”

Pero mes a mes la cita con lo que parecía imposible llegaba puntual. Y de esta manera durante 2018, a lo largo y ancho de este cada vez más próximo y personal planeta, todo se movió para configurar otro mundo, otro México.

Para unos los cambios entrañan peligro y por ello son ominosos. Tal actitud, nos dicen, de pura resistencia al cambio no es más que un pertrecharse en la nostalgia o en la pasividad: un mero pastoreo de borregos y dóciles ovejas. Para otros los cambios son promesas de un nuevo amanecer: de un nuevo hacer y ser. ¿Cuándo, cómo, por qué se pasa de uno a otro estado de ser y hacer? Y con un pie ya en 2019 ¿podemos respondernos los interrogantes más acuciantes que nos deja 2018, como por ejemplo: han terminado estos cambios o estamos en un proceso de transición dentro de nuestra historia del que no podemos anticipar algún punto de llegada?

Necesitamos, quizás, otros ojos, otros conceptos, y más distancia para acercarnos a la mesa de autopsia de este año que apenas concluye. Lo más probable es que nos demos cuenta más adelante que muchos de estos grandes cambios tienen su origen años y décadas atrás y que un proceso imperceptible de pequeños giros y contragiros fue convocando fuerzas que encontraron cauce justo en este año.

Revista

Lo que ahora sí podemos —debemos— hacer es pasar revista a los hechos, a los sucesos y personajes que movieron la cuenta de estos días e intentar extraer de ellos lecciones para transitar este otro mundo, este otro México.

De entrada consignemos que si alguna lección nos deja 2018 es que México sí puede dar un golpe de timón para seguir un nuevo camino, ya que como nunca antes en nuestra historia contemporánea hoy pusimos el destino del país en nuestras manos para encauzarlo hacia lo que la mayoría de electores consideró la mejor opción. Ningún candidato a la Presidencia de la República había recibido tantos votos como Andrés Manuel López Obrador, pero tampoco ningún otro presidente había generado tantas expectativas como él.

En tiempos donde la democracia liberal está en crisis y miríadas de ciudadanos, jóvenes en la mayoría, cuestionan su viabilidad ante procesos electorales que llevan al poder a personajes tan discutibles como Donald Trump o Jair Bolsonaro, México dio un do de pecho y demostró lo que una sociedad informada y comprometida puede conseguir: un proceso electoral incuestionable y pacífico.

Bienvenido, apreciado lector, a nuestra cita anual. Gracias una vez más por recorrer junto con nosotros los hechos que hicieron de 2018 un año de transformación a escala mundial.

Quizás al repasar las páginas de estos últimos doce meses encuentres las razones de las dificultades internas que envolvieron a la nación más poderosa del planeta, así como de sus desencuentros con su contraparte, Rusia, o de los desplantes de su atrabancado gobernante hacia sus aliados —la Unión Europea, Japón y México, por ejemplo—, que la mantienen como la primera potencia mundial; de los cientos de franceses que ataviados con chalecos amarillos salieron a las calles para protestar contra el gobierno del hasta no hace mucho chico maravilla de la política actual, Emmanuel Macron; de la reconfiguración de la Unión Europea ante el Brexit; de la sorprendente selección de Francia que se coronó en uno de los mundiales de futbol más espectaculares de los últimos años; de los escándalos sexuales que cimbraron las esferas de la más alta cultura y obligaron a los académicos suecos a suspender la entrega del Premio Nobel de Literatura…

Certezas

Quizás empecemos a percibir esa otra lógica que fue enhebrando día a día estos eventos. Y quizás empecemos, por fin, a darnos cuenta que cada conflicto, cada guerra, cada tragedia que nos sacude es el mismo conflicto, la misma guerra y la misma tragedia que enfrentamos ¿desde hace cuánto? Cambian escenarios, personajes y decorados pero el guion es el mismo y son las mismas pasiones y vicios que mueven la rueda de nuestra historia. Quizás empecemos a aceptar —sí, por fin— que si dañamos esta casa —¿cuándo entenderemos que no podemos adueñárnosla como nuestra?— nos dañamos a nosotros mismos. Y quizás empecemos también —cuán maravilloso será ese día— a darnos cuenta que otras miríadas de seres humanos, como tú, amable lector, luchan y trabajan por otro mundo y por otro México: más libre, justo, solidario y comprometido para que cada persona y su entorno alcancen ese nivel de vida y bienestar que hoy parecen mera utopía.

Porque hoy, amigo lector, tenemos la certeza de algo que antes no teníamos claro: el rumbo del país depende de nosotros y no podemos ni debemos volver a delegar en otros esa responsabilidad.

Y con esa intención te ofrecemos este anuario que ahora tienes en tus manos: que sea un espejo donde puedas reconocer el camino andado antes de emprender una nueva aventura.

Por nuestra parte ofrecemos mantener y reforzar nuestro compromiso en el capítulo que estamos por empezar a escribir.

Hagamos de 2019 un año venturoso: hoy como nunca el futuro depende de nosotros. ¡A trabajar por él!

¡Enhorabuena!