ECONOMÍA DEFINIRÍA EL SEXENIO AMLO

La inflación-devaluación fue la responsable de la pérdida de bienestar social.

Carlos Ramírez
Columnas
Ilustración
Foto: Especial

Agobiada por el peso mediático de las conferencias matutinas diarias y los escopetazos de denuncias la sociedad no se percata que el gobierno de López Obrador 2018-2024 será evaluado por los resultados económicos y sociales.

La primera fase del gobierno está muy clara: justificar sus aciertos y errores en función de acusar de todo a los gobiernos anteriores. Hasta ahí no hay nada nuevo: todos los gobiernos lo han hecho. Pero la clave del lopezobradorismo no estará en el lodo contra sus antecesores sino que se analizará en función de tres variables: tasa de crecimiento anual del PIB, relación inflación-devaluación y 80% de los mexicanos con un ingreso igual al de 15% de la población.

1. El PIB promedio anual del periodo 1983-2018 ha sido de 2.2%. López Obrador prometió una tasa de 4%, pero ahora dijo que será hasta finales de sexenio. Por tanto, en el periodo 2019-2024 el promedio anual será menor a 3%. De todos modos 4% no alcanza porque la economía necesita 6% anual para proporcionar empleo formal al millón de mexicanos que se incorpora por primera vez al mercado laboral. Para que paulatinamente se recupere el bienestar perdido en 35 años de neoliberalismo necesitaría tasas arriba de 6%. Por tanto, el sexenio lopezobradorista no alcanzará siquiera a dar bienestar a los mexicanos de su sexenio.

2. La inflación es el eje de todo programa estabilizador; el populismo en tiempos de Echeverría y López Portillo rompió la relación dependiente inflación-devaluación y el dólar se salió de cauce pasando de 12.50 en agosto de 1976 a 20 mil pesos (los tres ceros que le quitó Salinas), una devaluación de mil 600%. La inflación-devaluación fue la responsable de la pérdida de bienestar social. La inflación en México es mixta: estructural porque la demanda rebasa a la oferta y monetarista porque el circulante determina los precios. Los programas asistencialistas aumentan el circulante sin crecimiento de la oferta; y las presiones inflacionarias y el PIB bajo dibujan el modelo de la estanflación, decrecimiento con alza de precios.

3. La estructura de la desigualdad tiene las cifras que reflejan una inequitativa distribución de la riqueza. En el periodo 1934-1982 hubo PIB, pero sin distribución dinámica de riqueza y apenas con programas de bienestar social, un periodo conocido como de crecimiento con pobreza. El ciclo inflacionario neoliberal iniciado en 1983 disminuyó la cobertura social, sacrificó el bienestar e hizo perder al peso 60% de su poder adquisitivo; 80% de mexicanos vive con una a cinco restricciones sociales, 80% de los mexicanos tiene un ingreso igual a 15% de los más ricos.

Asistencialismo

La popularidad es efímera, a veces puede extenderse en situaciones de peor marginación, cuando los líderes logran convencer a los ciudadanos de que es más importante el discurso popular que el bienestar en los bolsillos. La tasa de PIB prevista para 2019 de 1.5% hasta ahora (podría bajar porque no habrá inversión en 2019-2020) no ha disminuido la popularidad presidencial. Y los programas asistencialistas de dinero directo al beneficiario solamente harán crecer la demanda inmediata, que no aumentará oferta sino que se irá a la inflación.

El gobierno lopezobradorista carece de un plan económico integral y los dineros del presupuesto se agotan en programas asistencialistas directos a segmentos definidos. Pero el bienestar es creación de riqueza productiva, no asistencialismo improductivo.