¡ES NUESTRO TRABAJO!

Está por aprobarse la primera pieza legislativa que transformará radicalmente una dinámica en sociedad.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
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Hablar del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (TMEC) presupone considerar la sujeción a estándares mínimos de legislación y política pública para los integrantes, lo que otorga directrices suficientes para la determinación de ciertas acciones e intervenciones del gobierno en la oferta nacional.

Si bien es cierto que siendo un convenio esencialmente comercial mucho tiene que decirse sobre su impacto en sectores económicos e industriales, existe un elemento en común que nos debe interesar a todos, quizás el más relevante y que suele pasar a segundo plano: el laboral.

Nuestro país está por atravesar una discusión acelerada que, sin embargo, poco tiene de nueva. La necesidad de generar equilibrios entre los sindicatos, los patrones, la fuerza de trabajo y la productividad resultante ha sido motivo de discusión en el Legislativo desde hace mucho tiempo, con poco más de 400 iniciativas de modificación al ordenamiento laboral en 40 años (entre 1972 y 2012).

Las más significativas, la de 2012, que permitió la figura del empleo por hora y trabajadores eventuales, y la constitucional de 2017, que en el contexto del nuevo sistema de Justicia Cotidiana buscó modernizar el proceso de impartición de justicia en materia laboral y la adopción de mecanismos alternativos de solución de controversias, se quedan cortas ante la situación actual, que se antoja en un contexto lleno de prisa y presiones internacionales ya que vinculan la exigencia de una reforma integral que se adecue con los mínimos del TMEC con su posible ratificación por las otras dos partes.

Urgencia

Los compromisos que México adoptó durante la negociación del instrumento en materia laboral requieren la modificación al régimen sindical y garantías contra la no discriminación. Además nuestros legisladores tienen una deuda pendiente, derivada de la reforma constitucional de 2017, para crear un organismo encargado de la función conciliatoria.

Hoy el Congreso de la Unión dará vida a una reforma integral a la Ley Federal del Trabajo para adecuarse al TMEC y al régimen transitorio que aún desatiende. Junto con la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral se obligará a acudir a una instancia conciliatoria, antes de cualquier juicio, ante la presencia de conflictos laborales.

Se cumplen todos y cada uno de los requisitos del TMEC en materia sindical y de negociación colectiva. Se establecen mecanismos para impedir un posible chantaje de líderes sindicales hacia los patrones y se exige la Constancia de Representatividad, obtenida solo mediante el voto libre y secreto, para ser reconocidos como actores con capacidad de diálogo por la Secretaría del Trabajo ante un conflicto. Se reconoce a las trabajadoras del hogar para el pleno goce de sus derechos laborales. También se exige la creación de padrones para trabajadores de temporal, con el objetivo de promover su antigüedad en la labor.

Está por aprobarse la primera pieza legislativa que transformará radicalmente una dinámica en sociedad. Es por eso que urgimos a que se haga conforme al marco del Estado democrático de Derecho. Los comentarios emitidos por diversos organismos empresariales y patronales no han sido del todo escuchados. Los excesos de holgura en ciertos requisitos sindicales, así como la falta de reconocimiento de la libertad para no pertenecer a sindicato alguno, siguen siendo temas que pueden perfeccionarse. Los instrumentos internacionales de verificación entre países para garantizar el cumplimiento de la ley no darán espacio a la simulación o cifras maquilladas.

Se avecina, pues, un periodo de transformación en la dinámica internacional, con numerosas aristas de análisis y soluciones deseables. No obstante, por cumplir “con prisas o dando gusto”, es justificable desaprovechar la oportunidad para crear condiciones a futuro que fomenten la productividad y generen riqueza emanada de las relaciones obrero patronales, a favor de nuestra demandante patria mexicana.

¡Ese sí que sería un gran trabajo!