Tigres consolida su posición como “el equipo de la década”: superó al León por la mínima diferencia para alcanzar su séptimo título en la Liga MX, su quinto trofeo de campeón de 2011 a la fecha. Todas estas estrellas bajo la dirección del mismo técnico: Ricardo Tuca Ferretti.
Lo conseguido por los felinos regios es equiparable a otras dinastías de antaño, cuando se disputaban los torneos largos. Al campeonísimo de las Chivas de los sesenta, con sus cinco títulos; al Cruz Azul de los setenta, con seis coronas; al América y sus cinco campeonatos de los ochenta; o al Toluca de principio de milenio, con sus cuatro gallardetes, ya en torneos cortos.
Si se suma lo realizado en otros torneos nacionales e internacionales, como la Copa MX o el Campeón de Campeones, en total son 13 finales disputadas en esta década, con un saldo positivo de nueve victorias. Destaca la final alcanzada en la Copa Libertadores de 2015.
En la tabla histórica del torneo local ya se encuentra en el quinto lugar histórico, empatado con siete estrellas en el escudo junto a Pumas y al propio León. A tan solo un título de los ocho del Cruz Azul y con uno más que Santos y Pachuca. Tigres ya reclama su lugar entre los llamados “cuatro grandes” del futbol mexicano (América, Guadalajara, Cruz Azul y Pumas), junto con el Toluca.
Gran parte de este éxito se lo debe al gruñón de su entrenador y el apoyo incondicional que la directiva felina le brinda. El técnico brasileño de nacimiento suma nueve años en el banquillo universitario. Es una marca admirable para estos tiempos en que, en el futbol mexicano, no hay planes a futuro ni cronogramas a largo plazo que se respeten.
Logros
Ferretti también labra más su legado en la historia del balompié nacional. Iguala los siete campeonatos de Nacho Trelles para convertirse en uno de los técnicos con más títulos conquistados en la liga azteca. Tuca suma la conquista del Clausura 2009 con la UNAM y la del Verano de 1997 con las Chivas.
Ya con 27 años de carrera el director técnico, de fuerte temperamento, sostiene el récord de más juegos dirigidos y más torneos al hilo al frente de una plantilla de Primera División.
El futbol colectivo mostrado por Tigres en la reciente final del Clausura 2019 fue efectivo, más no vistoso. El solitario gol de André-Pierre Gignac conseguido en el duelo de ida ante los Esmeraldas fue suficiente para definir la serie, en una final deslucida y con pocas emociones en ambos marcos. Esta final es apenas la tercera en la historia de la Liga MX que registra solo un gol. Asimismo esta Liguilla fue la segunda con menos goles logrados.
Es justo reconocer las intervenciones del portero Nahuel Guzmán, quien pudo mantener intacto su arco a lo largo de 180 minutos. Sus intervenciones en el partido de vuelta fueron cruciales para conquistar el título.
Pese a la grandeza que han alcanzado los Tigres tienen una asignatura pendiente: levantar un título internacional. El equipo de la UANL lleva tres intentos fallidos en el duelo por el título en la Liga de Campeones de la Concacaf, así como la final en la Libertadores de 2015. Esperan que 2020 sea el año en que finalmente el llamado “equipo de la década” logre su primer trofeo internacional oficial.