¿EXPOSA?

Al divorciarte lo más importante es que tus hijos no pierdan a nadie sino que ganen todo lo que puedan.

Redacción
Columnas
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Ilustración

Por Mónica Soto Icaza

Nueva víctima, pobre incauto, la salvación, relevo: ¿cómo se le llama a la nueva pareja de tu ex esposa o ex marido?

Me divorcié hace unos años. La muerte del amor, la complicidad y el matrimonio fue fulminante, tanto que al llegar la nueva pareja de mi ex entre nosotras surgió una empatía y amistad que confunde a propios y extraños. No, no soy sicópata ni nada por el estilo; tampoco perversa narcisista ni celosa y controladora: simplemente creo que si mis hijos pasan con su papá y su casi esposa por lo menos tres días de la semana —ella es amorosa y considerada con ellos— lo mínimo con lo que puedo corresponder es con amabilidad y ser solidaria. Como aquella vez que mi ex estaba trabajando no podía estar con mi hijo y su novia, enfermos ambos, y yo me fui —con mi nueva pareja también, por cierto— a hacerles un caldo de pollo y cuidarlos mientras él volvía.

Después de esa mañana con la nueva compañera de mi ex esposo (hasta un masaje en la espalda le hice) empecé a preguntarme cómo se nombrará a esa persona que forma parte de tu vida porque está relacionada con el papá de tus hijos, alguien que estará siempre en tu historia y que probablemente tenga derecho de ir a eventos importantes como primeras comuniones, bodas y graduaciones, porque al divorciarte lo más importante es que tus hijos no pierdan a nadie sino que ganen todo lo que puedan. Además, ya por razones más egoístas, si tu antigua pareja es feliz y está tranquila tú vas a ser feliz y estar tranquila. Simples matemáticas.

Guiño


Como ya conoces, querido lector, mi espíritu chocarrero decidí hacer una miniencuesta en dos de mis redes sociales predilectas: Twitter y Facebook, para determinar una posible palabra para esta relación especial. Aquí cabe aclarar que si no hay asuntos laborales o no hay hijos en común lo mejor es el contacto cero con la persona que ya se fue para no complicarse la vida innecesariamente.

Las respuestas fueron variadas, algunas predecibles, otras graciosas, pero la mayoría denotó cierto rencor, burla o animadversión hacia la nueva persona que ocupa el lado de la cama que solía ser nuestro. Algo que gocé inmensamente fue constatar que el viejo dicho “cada quien habla de cómo le fue en la feria” en este caso aplicó a cabalidad. Aquí comparto algunas de las ideas:

La réplica más popular fue “socio”. En el segundo lugar “esposo”, “nueva pareja” y “nueva víctima” tuvieron un empate. En el tercer lugar están “hermana/o de leche”, “pobre incauto”, “rescatador”, “relevo” y “mejor amigo por siempre”, con el mismo número de votos.

Las más divertidas y reveladoras fueron: “concuernos”, “compadeciente”, “futura compañera de despotrique”, “bateador emergente”, “si lo sé ni me acuerdo”, “mismo infierno, diferente diablo”, “tolerada”, “esa zorra”, “el otro baboso”, “cofraternizador solidario”, “innombrable”, entre muchas, muchas más.

Hay otros términos para describir a las otras compañeras sexuales de tu cónyuge, como “gebrydguma”, “connovio” y “conyacente”, pero hay diferentes versiones: para algunos autores se refiere a otras relaciones mientras todavía eres la pareja y para otros son esa persona que ahora va por la vida en el sitio que ocupaste tú.

Es lógico que después de un divorcio lo último que uno quiera es conocer quién es, a qué se dedica, si es guapa o guapo, inteligente, si su sexo es suculento, si le provoca sonrisas más ligeras a aquel o aquella que alguna vez amamos, pero es momento de reconocer su existencia para conseguir una relación cordial que nos lleve a una existencia más armónica y franca, porque a fin de cuentas la rivalidad solo sirve para amargar los días y por algo tu relación amorosa con el/la ex no funcionó.

Por cierto a ella yo le digo “exposa”, como un guiño a que si alguien conoce los claroscuros, placeres, perversiones y defectos de su pareja esa soy yo.