SIN SORPRESAS

No se incrementan las contribuciones aplicables al grueso de la población.

Laura Quintero
Columnas
Foto: Especial
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En tiempo y forma los diputados de la Ciudad de México aprobaron el Presupuesto para 2020, la Ley de Ingresos y el Código Fiscal. Y tras un ríspido debate se aprobaron recursos por 238 mil 975 millones de pesos para la capital. Habrá a partir de enero un impuesto al consumo de bebidas alcohólicas, a las apuestas y al hospedaje. Los servicios sufrirán también un ligero incremento.

El presupuesto del año próximo, explica la diputada morenista Valentina Batres, “se distribuyó en varios puntos estratégicos: ciudad sustentable, movilidad, seguridad, igualdad de derechos, ciencia, innovación, transparencia y cultura. Y en materia de ingresos no se incrementan las contribuciones aplicables al grueso de la población, como son el impuesto sobre nóminas, predial y suministro de agua”.

Será un presupuesto bastante austero pero los recortes a rubros importantes —como a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, a la que le rebajaron 37 millones 967 mil pesos— dejan en la indefensión a la población en caso de alguna emergencia.

Mientras, al Instituto Electoral de la Ciudad de México le bajaron 150 millones de pesos con el argumento de que no habrá elecciones en 2020. ¡Fue un ajuste nomás!

Para alcanzar el monto aprobado se reformó el Código Fiscal de la ciudad para lograr “un acercamiento del gobierno con la ciudadanía, acortar las desigualdades, proveer oportunidades para todas las personas e impulsar las fuentes propias de ingreso a través de la promoción de una cultura de pronto pago y facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales; se aumentaron las contribuciones a juegos con apuestas y a la venta final de bebidas alcohólicas”, advierte la presidenta de la Comisión de Hacienda.

Los gravámenes a los mencionados rubros permitirán que no aumenten el predial y el suministro de agua, por ejemplo. Aunque en la ley de aguas que discute el Congreso y que se prevé aprobar el año próximo se proponen tarifas diferenciadas por consumo de agua. Y los servicios de licencias de conducir y tarjetón tendrán un aumento mínimo, pero se hicieron ajustes a la tenencia porque vehículos con un valor mayor a 250 mil pesos pagarán 3% sobre el costo del automotor.

De esta forma se cumple con la promesa de la jefa de Gobierno en el sentido de apoyar a la población más desprotegida, aunque se gravan rubros que de por sí ya pagan una elevada contribución. ¿Será?

El bolso de Laura…

Y ahora le cuento que ante los constantes contratiempos y algunos accidentes de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro los diputados decidieron que a 50 años de iniciado el servicio es tiempo de una chaineada; modernizada, pues. Y solicitan autorización para gravar como garantía de pago los ingresos propios del Metro hasta pagar 38 mil 734 millones de pesos, que se estima se cubran en su totalidad en 2039. Con estos recursos no solo se atenderán los desgastes sino que se hará una cirugía mayor y se comprarán más trenes para un mejor servicio a los usuarios. Ojalá…El que de plano renunció, como había prometido, a la coordinación de Morena fue el diputado Ricardo Ruiz. Ya lo había hecho el 22 de noviembre, lo que provocó desacuerdos y divisiones entre sus pares por no haber consenso sobre quién podría sustituirlo. Y las cosas siguen igual: al concluir el periodo ordinario de inmediato convocaron a reunión los grupos pero no llegaron a nada. Los diputados Valentina Batres y José Luis Rodríguez se disputan el control, no solo de la coordinación sino de todo el Congreso. ¿Cómo la ve?...