Por Félix Fuentes
Instituciones financieras de elevado nivel, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), situaron a México en muy bajo crecimiento económico en 2019, lo cual no sucedía desde mediados del siglo pasado.
A la vez pronostican similar tendencia para 2020: de 1.0 a 1.3% en el Producto Interno Bruto (PIB). Pero si sucede un tropezón financiero, como los tantos sufridos por México en sexenios anteriores, el retroceso podría ser trágico.
Faltan los cálculos de las calificadoras de Estados Unidos, generalmente adversos. En los de 2019 ni tomaron en cuenta los reclamos de nuestro gobierno.
El FMI advierte que la recuperación de México no sucedió el año pasado debido a una incertidumbre en la inversión, causante del mayor debilitamiento económico. Se requieren, señaló, proyectos atractivos, pero no llegan y así es imposible lograr el cambio.
El BM redujo su estimación del PIB a 1.2%, por el supuesto de una mayor debilidad de la economía de Estados Unidos en este año, la cual influye sobremanera en la de México.
Energéticos
En este panorama el petróleo rige, decididamante, el rumbo económico nacional. Analistas de diferentes estratos, sin faltar los de la Secretaría de Hacienda, advierten que los manejos de Pemex constituyen un factor de riesgo, con mayor razón si persisten los latrocinios del crudo y del gas LP, como los reconoce la propia paraestatal.
Es falso que se haya llegado al final de los robos de energéticos. Baste señalar que en Tlahuelilpan, Hidalgo —donde el año pasado estalló una toma clandestina con un saldo de 137 muertos—, continúan los hurtos. Pemex informó en días recientes que el año anterior contó tres mil 493 piquetes, mientras que en 2018 registró mil 721.
En los primeros diez días de este mes de enero la empresa ya había descubierto una docena de perforaciones en sus oleoductos, solo en Tlahuelilpan. Y de los ladrones nadie dice una palabra, por lo cual actúan a placer.
Sobre el rubro de las inversiones Pemex hizo saber que en este sexenio llegarán las inversiones a un billón 101 mil millones de pesos. Los cálculos poco creíbles se refieren a la explotación de diversos campos petroleros que pretende desarrollar con dineros del sector privado.
A la vez menciona el “calendario de recursos” comprometidos por Pemex para mantener la actividad productiva de al menos diez de los principales campos petroleros de los que obtiene la producción actual.
¿Será posible tanta belleza?