CONSTRUYEN EN LA UNAM PRIMERA CÁMARA DE NUBES EN MÉXICO

La información sobre nubes de hielo puede incorporarse a un modelo climático regional.

Redacción
Foto: Especial
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Por J. Alberto Castro

Eres nube, eres mar, eres olvido, canta Jorge Luis Borges en el poema Nubes. También se pregunta: ¿qué son las nubes?, ¿una arquitectura del azar? Definidas científicamente como “una masa visible compuesta de cristales de hielo y/o gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera”, las nubes también son del interés de los investigadores y de la ciencia ya que de ellas se obtiene valiosa información sobre los patrones de precipitación de lluvias y el ciclo hidrológico.

Luis Antonio Ladino Moreno, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera, considera “trascendental y útil” contar con la tecnología y la posibilidad de “analizar las nubes frías, aquellas que contienen hielo y que son trascendentes para la formación de precipitaciones en los trópicos”.

Estas nubes de hielo “juegan un papel importante en el sistema climático porque tanto la temperatura como la cantidad de precipitación son determinadas por su presencia y características”, dice a Vértigo.

Conocer los fenómenos físicos de lo que ocurre al interior de una nube de hielo arroja luces sobre el calentamiento global y de cómo este tiene relación con cambios climáticos drásticos, sequías, inundaciones, aceleración de la fusión de los glaciares, tormentas y nevadas. Sin olvidar los daños colaterales: incendios forestales, hambrunas y carencia de agua dulce.

Las nubes son clave para regular la temperatura media del planeta ya que en gran medida controlan la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre, lo que beneficia tanto a las plantas como a los humanos.

Contratado por la UNAM para impulsar el conocimiento de este fenómeno atmosférico, el doctor en Ciencias por el Instituto Tecnológico de Zúrich, Suiza, refiere las distintas maneras de estudiar las nubes. En particular sobresale la medición aérea, la cual se efectúa con un avión especial que cruza las nubes, hace diversas mediciones y define si hay cristales de hielo. Aunque esta tecnología es fascinante y certera tiene el inconveniente de su alto precio.

Con la participación de sus alumnos de licenciatura y maestría, así como dos ingenieros de la UNAM, Ladino Moreno ha logrado construir la primera cámara de nube de México que posibilita el estudio de las nubes de hielo y simular las condiciones termodinámicas de la atmósfera para comprender los fenómenos que allí ocurren y los patrones de precipitación en nuestro país.

Inversión

Para el universitario es “una manera más económica e igual de buena para estudiar las nubes”: con un costo de 800 mil pesos, el dispositivo cuenta con una cabina hermética, un microscopio y una cámara de video. Precisamente dentro de la cabina o caja se reproducen las condiciones reales del proceso y los investigadores tienen frente a sus ojos una nube de hielo de un milímetro.

El equipo se divide en dos partes: MOUDI y DFT. El primero se utiliza para la caracterización química de los aerosoles, partículas que están dentro de la nube de hielo: las separa en función de su tamaño y utiliza un filtro donde estas se impactan.

En cuanto al DFT reproduce un mecanismo de inmersión donde una partícula de aerosol asciende a la atmósfera, el vapor de agua se condensa sobre ella, forma una gota con la partícula de aerosol adentro, se enfría y se forma un cristal.

“Para formar una nube se necesitan partículas de aerosol con las cuales se da la formación de cristales de hielo. Como el equipo es portátil, es factible recolectar partículas de aerosol para conocer la composición química y física de las nubes de hielo en una región específica, como ya se ha hecho en estaciones de Yucatán, Ciudad de México, Puebla y Estado de México”, explica Ladino Moreno.

Emocionado por encabezar el estudio de las nubes de hielo en México, ya que hasta ahora “nadie lo había hecho al no contar con una tecnología específica”, revela cómo se podrán conocer más detalles de los diferentes tipos de partículas de aerosol que afectan la formación de estas nubes con hielo, las cuales desatan gran parte de la precipitación que cae en el país.

“En poco tiempo vamos a entender los cambios que tienen lugar en el ciclo del agua a nivel regional y nacional. Lo importante es que nuestra información y conocimientos sobre estas nubes de hielo se podrán incorporar a un modelo climático regional”, comparte.

Por ejemplo, señala el experto en Ciencias Atmosféricas, “nuestros estudios muestran cómo llegaron al Valle de México partículas de aerosol de los incendios forestales de mayo de 2019 y a la península de Yucatán arriban partículas del desierto del Sahara en África tras atravesar el océano Atlántico. También tenemos los frentes fríos que traen partículas de aerosol de Canadá y el Polo Norte. La pregunta en estos casos es si estas partículas originadas en otras geografías pueden formar nubes con hielo o no. O incluso alterar el ciclo de agua”.

Universidades y centros de estudio de distintos países cuentan con su cámara de nube. Algunas de las instituciones optaron por construirlas y otras prefirieron adquirirlas en el mercado comercial a un precio de 300 mil dólares. Las hay de distintos tamaños: en Alemania hay una gigantesca, Aida, que construida en un inmueble que fue un reactor nuclear mide 84 metros cúbicos.

La cámara de nube de la UNAM está certificada a nivel internacional por el estudio comparativo llamado PICNIC efectuado hace dos años en Francia. La eficacia del equipo universitario es reconocida por sus iguales de Europa y Estados Unidos.

En 2020 más calor, más lluvias

A México le espera un año caluroso, un aumento de temperatura arriba del promedio y con lluvias mayores a las registradas en 2019.

En cuanto al tema de las lluvias se espera una recuperación en el acumulado mensual de lluvias; su promedio es de 13.1 litros por metro cuadrado (l/m2) y se estima que llueva 13.7 l/m2 a nivel nacional.

El pasado 2019 fue el segundo año más cálido en México desde 1953, con una temperatura promedio de 22.4 grados centígrados.

Asociado con el cambio climático para este año se esperan en particular temperaturas por arriba del promedio, lo que puede perjudicar algunas siembras y algunas especies.

Esto ocasionaría que se presenten fenómenos que anteriormente ocurrían con menor frecuencia, como inundaciones e incendios forestales.

Fuente: Sistema Meteorológico Nacional